El muftí de Tartaristán también está a favor de que se prohíba el aborto
El líder religioso musulmán brinda su apoyo a la campaña de la Iglesia ortodoxa para prohibir la interrupción del embarazo. En septiembre, el Patriarca Kirill firmó una petición con la cual se pide la prohibición total de dicha práctica, lo cual ha generado numerosas polémicas. Pero para la mayor parte de los rusos, se trata de un derecho de la mujer que debe ser defendido.
Moscú (AsiaNews) - Kamil Samigullin, el muftí de la república autónoma rusa de Tartaristán, de mayoría musulmana, apoyo la idea de prohibir el aborto, lo cual ha encendido un debate en Rusia. El líder religioso quiso subrayar que el derecho a la vida también es sagrado en el islam, y brindó así su apoyo a una campaña por la cual desde hace tiempo se bate la Iglesia ortodoxa, y a raíz de la cual últimamente también ha intervenido el mismo Patriarca de Moscú, Kirill, suscitando una gran polémica. “El derecho a la vida es una gracia de Alá, y nosotros debemos protegerlo” declaró Samigullin, tal como informa Interfax. En junio de este año, el consejo inter-religioso de Rusia –que reúne a representantes de las religiones ‘tradicionales’ del país (ortodoxia, islam, budismo y judaísmo) – ha pedido que la práctica del aborto sea retirada del sistema de salud nacional.
En septiembre pasado, Kirill firmó una petición popular lanzada por activistas del movimiento "Por la vida" y de "Voluntarios ortodoxos”, con la cual se solicita la prohibición total del aborto en el país. La firma de este reclamo representa un endurecimiento de la posición que la Iglesia supo tener, que hasta ahora se limitaba a pedir la eliminación de la interrupción del embarazo del listado de prácticas cubiertas por el sistema de salud pública, cuando se carezca de razones médicas serias para llevarlo a cabo. En su sitio de Internet, el Patriarcado de Moscú ha explicado que el texto del llamamiento –en el cual se pide “el fin de asesinato legal de niños antes del nacimiento”- fue concordado con la Comisión sinodal para la familia y la protección de la maternidad. Con la petición, los firmantes piden que se efectúen enmiendas a la legislación vigente, y la prohibición de los abortos inducidos por medicamentos, así como de aquellos de tipo quirúrgico. El documento también sostiene la necesidad de “reconocer al embrión como un ser humano, cuya vida y salud han de ser protegidas por la ley” y por lo tanto, prohibir los métodos de reproducción asistida que “humillan la dignidad humana y matan a niños en la fase inicial del desarrollo del embrión”.
El apoyo del Patriarca a la petición, que también fue firmada por algunos diputados, ha desencadenado un coro de polémicas online que el vocero del Patriarca, Vladimir Legoida, ha intentado enmarcar. En sus palabras, “la posición de principio de la Iglesia ortodoxa rusa no cambia, y es pedir la eliminación del aborto de la lista de prácticas cubiertas por el sistema de salud pública”, subrayó. “Las personas contrarias al aborto no deben pagar estos procedimientos con su dinero", agregó Legoida.
Por ahora, la petición lleva recogidas 300.000 firmas, y la idea es llegar a un millón, para luego presentar el documento a la Duma y al presidente Vladimir Putin. La iniciativa es también apoyada por la nueva ombudsman de la infancia, Anna Kuznetosva, otra ortodoxa cercana al Patriarcado. A pesar de que el Estado viene predicando desde hace años un retorno a los “valores tradicionales” -que comprende también una vuelta a los valores de la familia y de la religión ortodoxa-, en Rusia, la práctica del aborto está difundida: en el 2014, según los últimos datos oficiales, las interrupciones de embarazos totalizaron casi un millón, y la cifra no tiene en cuenta las prácticas realizadas en clínicas privadas. Por mucho tiempo se ha hablado de que en Rusia se vive un “coma demográfico”, pero desde el 2014 la situación ha mejorado levemente. El Estado ha tomado una serie de medidas que estimulan a los padres para tener más de un hijo. En su política destinada a la recuperación demográfica, el gobierno cuenta en gran medida con el apoyo de la Iglesia ortodoxa, que gestiona 29 centros de crisis para las mujeres encinta y para las madres solteras con sus niños.
Sin embargo, un sondeo realizado recientemente ha demostrado que la eliminación del aborto del listado de prácticas cubiertas por el sistema de salud pública no es una medida apoyada por la población, y que la mayor parte de los rusos considera que una mujer encinta debe ver reconocido su derecho al aborto.
28/09/2022 14:13
06/08/2021 13:40