El islam debe condenar las violencias sobre el hombre
Milán (AsiaNews)- En los últimos tiempos son demasiadas las noticias que reportan con fuerza y públicamente al terrorismo y al extremismo de raíz islámica, pero resbalando como agua en la piedra, sin suscitar ningún debate, propuestas, tomaas de posición, encuentros, diálogo con los hermanos musulmanes en Italia. Parece casi que discutir del islam, como se hace el cristianismo, sea uno de los tantos tabú que el "políticamente correcto" ha impuesto a la información y a la cultura italiana.
No se puede hablar mal del islam, se dice, porque es una gran religión practicada por un billón y 300 millones de fieles, en más de 30 Estados de mayoría islámica. Estoy convencido de esta afirmación que he sostenido a menudo. Pero frente a esta serie de noticias no sólo negativas, sino trágicas, que expresan una crueldad y una ferocidad inhumana y la falta absoluta de la misericordia y del perdón es una religión llena de violencia.
No sé si es verdad, espero y ruego que no. Pero esto es por lo tanto u peligro grave, también para nuetro querido País. No es posible callar, no podemos hacer de cuenta que no existe. He aquí lo que dicen las crónicas cotidianas: crucifixión de cristianos en la plaza en Maaloula, el antiguo pueblo cristiano de Siria donde se habla aún el arameo; en Sudán una mujer condenada a 100 latigazos y a la horca por haberse casada con un cristiano; más de 200 estudiantes raptadas por Boko Haram en un pueblo cristiano en Nigeria y vendidas como esclavas del sexo; el proceso militar del islam violento en Nigeria, Nord de Nigeria; Ciad, República Centroafricana, de hace dos años y medio Siria destruida por la guerra civil entre facciones opuestas del islam; la guerra civil que explotó también en Libia, después de la masacre del dictador Gheddafi hace 2 años; Egipto volvió a l dictadura militar, después de una breve experiencia democrática había llevado al poder a los Hermanos Musulmanes; los Países de Norte de África y de Medio Oriente están haciendo llegar a Italia miles de prófugos desesperados, que nadie está en grado de frenar; en Brunei, el País más rico del mundo por el petróleo, el Sultán anunció que volverán gradualmente a la sharía, la ley islámica aplicada integralmente; en Turquía el presidente "islámico moderado" Erdogan está reorientando al país hacia un islam siempre menos democrático.
El elenco podría continuar. Nadie se interroga: ¿Dónde está la raíz de estas violencias y crueldades que parecen caracterizar a los pueblos que practican el islam? ¿En el colonialismo europeo y americano? Un cierto "tercermundismo" datado todavía o sostiene. El domingo 18 de mayo, en la televisión italiana un "experto" italiano dijo que el secuestro de las 200 estudiantes en Nigeria es culpa también del Occidente, porque Nigeria flota sobre el petróleo, pero las riquezas que este "oro negro" produce termina el 0,7% a los nigerianos y el pueblo permanece en la miseria, ¡que es la raíz del terrorismo! Afirmaciones que ninguno cree, pro que es necesario decir para estar en "lo políticamente correcto" del cual la prensa y la televisión son protagonistas y víctimas. Entiendo el miedo de la arrogancia integralista y del terrorismo de raíz islámica nos condicionan pesadamente, pero no es un buen motivo para callar cuando se trata de defender al hombre y a sus derechos.
Benedicto XVI, que hablaba con sinceridad, en la famosa conferencia en la Universidad de Ratisburg (13 de septiembre de 2006) dijo que el islam, para entrar en el mundo moderno de "confrontarse con la violencia sobre el hombre por Dios, que no existe, no puede existir". El 19 de marzo de 2009, el mismo Benedicto XVI, encontrando en la Nunciatura de Yaoundé a 22 representantes del islam, que representa el 205 de la población de Camerún, dijo: "Las religiones del mundo deben colaborar para hacer conocer el vasto potencial de la razón humana que es esa un don de Dios... Lo que es razonable va más allá de lo que las matemáticas pueden calcular, la lógica puede deducir y los experimentos científicos pueden demostrar".
Lo "razonable", explicó el Papa emérito, "incluye también la bondad y la intrínseca atractiva de un vivir honesto y según la ética". Esta visión de la religión, agregó, "rechaza toda forma de violencia y de totalitarismo: no sólo por principios de fe, sino también en base de la razón. En realidad, religión y razón se sostienen mutuamente, desde el momento que la religión viene purificada y estructurada por la razón y el pleno potencial de la razón es liberado mediante la revelación de la fe". El Pontífice concluyó su discurso deseando que "la entusiasta cooperación entre musulmanes, católicos y otros cristianos en Camerún sea para las otras naciones africanas un faro luminoso de un compromiso interreligioso para la paz, la justicia y el bien común"
Es también el augurio que cada hombre de buena voluntad expresa hoy y que puede realizar también entrando realmente en diálogo con los musulmanes de nuestra casa (no sólo personal, sino de entes culturales y otras asociaciones), sin tabúes e hipocresías, interrogando a los musulmanes sobre este tema, dispuestos a aceptar los valores del islam y de la tradición islámica, que son muchos y de los cuales nosotros los cristianos necesitamos.
17/12/2016 13:14