En el enfrentamiento entre los hijos del padre fundador de la ciudad-Estado moderna, Lee Hsien Yang denuncia «un riesgo fundado de persecución» y afirma que no puede «regresar con seguridad a Singapur». Su hermano, primer ministro hasta mayo pasado, está en el punto de mira. El ejecutivo rechaza todas las acusaciones.

Singapur (AsiaNews) - Lee Hsien Yang, el hijo menor del difunto fundador del Singapur moderno Lee Kuan Yew, afirmó el martes que es un refugiado político, en el último giro de una disputa de alto perfil en la familia más famosa de la ciudad-estado.

En un post en Facebook, Lee dijo que Gran Bretaña ha dictaminado que corre «un riesgo fundado de persecución y no puede regresar a Singapur con seguridad». «He solicitado asilo como último recurso. Sigo siendo ciudadano singapurense y espero que algún día sea seguro volver a casa», afirmó. El gobierno de Singapur respondió calificando la acusación de persecución como infundada y carente de base.

Lee y su hermana Lee Wei Ling, fallecida el 9 de octubre, estaban distanciados de su influyente hermano mayor, Lee Hsien Loong, que fue primer ministro durante dos décadas, hasta el pasado mayo. En el origen de las desavenencias están los desacuerdos sobre el futuro de la gestión de la casa paterna tras su muerte en 2015. Lee Hsien Yang, de 67 años, se alineó con un partido de la oposición durante las elecciones de 2020 y el año pasado dijo que estaba considerando presentarse a la presidencia de Singapur.

La semana pasada, Lee Hsien Yang dijo que pediría la demolición de la casa de su padre de acuerdo con sus deseos. El gobierno respondió que estudiaría las cuestiones inmobiliarias a su debido tiempo. Lee Hsien Loong cree que corresponde al Gobierno decidir qué hacer con ella, incluso si debe conservarse como monumento histórico.

En 2017, Lee Hsien Yang y su hermana dijeron que habían perdido la fe en su hermano mayor, acusándolo de abusar de su poder y temiendo que los «órganos del Estado» pudieran ser utilizados contra ellos. Lee Hsien Loong rechazó las acusaciones, en lo que constituyó una rara crítica a un líder singapurense. En mayo, su hermano fue condenado a indemnizar por daños y perjuicios a dos ministros del gabinete en un juicio por difamación por sus publicaciones en Internet que, según el gobierno, contenían falsedades sobre una disputa sobre el alquiler de propiedades estatales por parte de los ministros.

 

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