El equilibrio económico y diplomático de Tokio en la guerra entre Israel y Hamás
El primer ministro japonés comentó la escalada 24 horas después que Washington y Londres, mostrando una gran cautela. Aunque condena el ataque de los milicianos de la Franja, invita a las partes a la moderación y no utiliza la palabra "terrorismo". Ya hace tiempo que Tokio intenta tomar distancia de sus aliados occidentales ante los ojos del mundo árabe. Se ha vuelto a establecer la alerta para los japoneses de la zona.
Tokio (AsiaNews)- El gobierno japonés trata estos días de mantener un difícil equilibrio diplomático en su política exterior para Oriente Medio, en una situación que se ha vuelto dramática debido a la reciente reanudación de las hostilidades entre Israel y Hamás. Inicialmente el primer ministro japonés Fumio Kishida condenó el ataque sorpresivo de los milicianos que controlan Gaza, al tiempo que envió un mensaje a ambas partes invitándoles a actuar con moderación. No ahorró críticas a los hombres armados de Hamás por el secuestro de decenas (si no cientos) de civiles israelíes y pidió su liberación inmediata. “Japón - escribió el 8 de octubre en X, ex Twitter - condena enérgicamente los ataques que han afectado gravemente a civiles inocentes", al tiempo que expresaba sus condolencias y solidaridad a las familias de las víctimas y los heridos, tanto en Israel como al otro lado de la frontera, en la Franja.
Es importante señalar que Kishida se abstuvo de utilizar la palabra "terrorismo" para definir el ataque lanzado por Hamás y utilizó la expresión "Hamás y otras milicias palestinas" para referirse a los atacantes, aludiendo así a la presencia de otras facciones. Distinto fue el enfoque del presidente estadounidense Joe Biden y del primer ministro británico Rishi Sunak, que no dudaron en calificar de "terroristas" a las milicias radicales que controlan Gaza. Por otra parte, Tokio no se ha sumado a Washington, Londres, Berlín, París y Roma en la firma de una declaración conjunta publicada el 9 de octubre que denuncia a Hamás y promete apoyo total e inequívoco a Israel. La actitud prudente de Kishida ya se había puesto de manifiesto en el retraso en la publicación de la primera declaración oficial sobre la "guerra" entre Israel y Hamás, que se hizo recién el 8 de octubre, cuando los principales líderes -en particular Biden y Sunak- ya habían hablado el día anterior tras el ataque inicial de Hamás y todavía no estaba claro el verdadero alcance de la tragedia.
Tokio, aliado de Estados Unidos, está tratando desde hace mucho tiempo de desarrollar su propia política diplomática en Oriente Medio. Algunos observadores consideran que Japón, que depende en gran medida de Oriente Medio para abastecerse de crudo, quería primero evaluar la respuesta de otros países de la región, sobre todo Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU), que en los últimos años han estado abocados a mejorar las relaciones con Israel.
Por ejemplo en 2019, cuando los petroleros fueron atacados en el Estrecho de Ormuz, Estados Unidos solicitó a un grupo de países que escoltaran a los barcos que transitan por la región. Sin embargo Japón, que tiene relaciones diplomáticas con Irán, no participó en la coalición liderada por Washington y optó por movilizar las Fuerzas de Autodefensa japonesas en zonas de Oriente Medio distintas de la zona afectada. Tokio también ha ejercido presiones para buscar una solución de dos Estados que contemple una nación palestina independiente que coexista con Israel.
“Los países árabes perciben a Japón como demasiado cercano a su aliado estadounidense, y eso crea obstáculos para que éste pueda hacer un camino propio”, comenta Shuji Hosaka, director del Instituto Japonés de Economías Mediorientales del Centro de Economía Energética de Japón. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón, por su parte, ha colocado a Gaza en el máximo nivel de alerta y atención y solicitó la evacuación de sus conciudadanos. El gobierno, por su parte, invitó a todos los japoneses a cancelar los viajes y visitas "no esenciales" a Jerusalén y Tel Aviv.
Ayer Yasutoshi Nishimura, Ministro de Economía, Comercio e Industria de Japón, declaró a los periodistas que la mayoría de las aproximadamente 30 empresas que emplean a ciudadanos japoneses en Israel ya habían puesto a salvo a su personal. Dos días antes las empresas japonesas que operan en Israel, entre las que se encuentran algunas de las entidades comerciales más importantes, hicieron una primera evaluación de las consecuencias de los ataques de Hamás en su personal y sus actividades.
Hasta el momento, las principales empresas japonesas no han informado pérdidas de personal ni daños en las infraestructuras. Mitsubishi Corp., que tiene una oficina en Tel Aviv que supervisa proyectos conjuntos con start-up locales, dijo que no había recibido noticias de personal herido. Asimismo, Sumitomo Corp. y Toyota Tsusho han garantizado la seguridad de sus empleados
Canon, que tiene una filial de desarrollo de software en Israel y una oficina de ventas con decenas de trabajadores, señaló que sus actividades e intereses están lejos de la zona de los combates y no ha sufrido ningún daño hasta el momento. El grupo de telecomunicaciones NTT invitó a los empleados de su unidad en el país a trabajar desde casa. Los empleados del Grupo Rakuten ya se han puesto a salvo siguiendo las instrucciones de las autoridades, según informó la misma empresa en una nota. La sociedad comercial Mitsui & Co. suspendió los viajes de negocios de sus empleados a Israel, mientras que Marubeni evacuó a sus representantes y familias del Estado judío.
Según los últimos datos proporcionados por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Tokio, en 2019 había 92 empresas de propiedad japonesa operando en Israel.
17/12/2016 13:14
23/11/2023 16:23