El embajador alemán pide a China la liberación de Mons. Shao Zhumin
En una declaración oficial en el sitio de la embajada, Michael Clauss pide que al obispo de Wenzhou, secuestrado, le sea dada la libertad de movimientos. Preocupaciones expresadas también por los borradores de los nuevos reglamentos sobre las actividades religiosas, que decretan el fin de las comunidades subterráneas. Es la primera vez, después de un decenio, que un embajador europeo pide la liberación de un obispo.
Beijing (AsiaNews)- Michael Clauss, embajador de Alemania en China (foto 2) pidió al gobierno de Beijing la liberación del obispo de Wenzhou, Mons. Pietro Shao Zhumin (foto 1) y expresó preocupación por los nuevos reglamentos religiosos que arriesgan “aplicar nuevas restricciones al derecho a la libertad religiosa y de credo”.
En una declaración publicada ayer en nombre del embajador, en el sitio de la embajada, se lee: “Doy la bienvenida a la intención declarada por China de llegar a un mejoramiento en lo que se refiere a la Iglesia católica. Igualmente y no obstante hayan progresos en esta dirección, vemos que también hay pasos atrás en lo que concierne a garantizar la libertad religiosa. Un caso que suscita una creciente preocupación es el modo en el que ha sido tratado por parte de las autoridades el obispo Shao Zhumin. Desde el otoño pasado, él parece obligado a transferirse a localidades desconocidas [cosa que ha sucedido] cuando menos cuatro veces y ahora parece estar confinado en su casa tras su regreso. Se debería garantizar su plena libertad de movimientos.
Mons. Shao, de las comunidades no oficiales es obispo de Wenzhou. Está reconocido por la Santa Sede, pero no por el gobierno. Desde la muerte de su predecesor, Mons. Vincenzo Zhu Weifang, sucedida el 7 de septiembre pasado, él continuamente es secuestrado para obligarlo a adherir a la Asociación patriótica, que predica la independencia de la Iglesia de China en relación a la Santa Sede .
Su último secuestro sucedió el 18 de mayo pasado. El 16 de junio él fue visto en el aeropuerto de Wenzhou, acompañado por personalidades del gobierno, que lo llevaron a un lugar desconocido.
En su nota, el embajador Clauss agrega. “También estoy preocupado por un cierto número de nuevas reglas referidas al borrador de reglamentos para los asuntos religiosos. Si no son cambiadas, ellos podrían aplicar nuevas restricciones al derecho a la libertad religiosa y de credo”.
Los nuevos reglamentos -difundidos en borrador en septiembre pasado, pero ya usados como “definitivos”- ponen bajo control cada aspecto de las actividades religiosas: encuentros personales, obispos, escuelas, edificios, estatuas, encuentros con fieles extranjeros, vacaciones y desplazamientos de los sacerdotes. De actuarse las mismas, tornarán “criminal” toda actividad “subterránea” y no registrada, sofocando o eliminando a las comunidades subterráneas.
La toma de posición pública de Michael Clauss es una novedad en el mundo diplomático, después de tanto tiempo. En el pasado, tanto la Unión Europea como el presidente de los EEUU, George Bush habían hecho declaraciones refiréndose a la suerte de algunos obispos encarcelados, y a la libertad religiosa en China. Después de eso, devino un silencio que duró cuando menos una década.
31/01/2018 14:36