El ejército birmano incendia la catedral de Bhamo. Furia también contra las milicias étnicas
Los militares de Myanmar atacaron la iglesia católica de san Patricio en Bhamo, Kachin, un día antes de la fiesta patronal. En Mandalay al menos 27 personas murieron hoy bajo los bombardeos. Al mismo tiempo, la población civil también protesta contra la administración de los grupos étnicos, acusados de abusos y reclutamiento forzado. Se registra la presencia de fuerzas de seguridad chinas en Rakhine para proteger las inversiones.
Rangún (AsiaNews) – Los soldados de la junta militar golpista de Myanmar incendiaron y destruyeron ayer la catedral de san Patricio en Bhamo, en el Estado de Kachin (norte del país). El ataque se produjo alrededor de las 16.00 horas en la víspera de la fiesta del santo patrono. La casa del párroco, el edificio de tres pisos donde se encuentran las oficinas diocesanas y el colegio secundario ya habían sido incendiados el 26 de febrero pasado. En la región de Mandalay, los militares bombardearon hoy también una aldea y mataron al menos a 27 personas, entre ellas varios niños. El municipio de Sangu, donde se centró el ataque, había sido recuperado por las Fuerzas de Defensa del Pueblo (PDF, los grupos armados que forman la resistencia al régimen), en julio del año pasado.
Éstos son algunos de los últimos episodios trágicos de la guerra civil en Myanmar que estalló en febrero de 2021 tras el golpe de Estado del ejército birmano. Más de cuatro años después de que comenzaron los enfrentamientos, el país está cada vez más fragmentado. Y recientemente la población civil ha vuelto a protestar, esta vez contra el control de las milicias étnicas que han liberado algunas zonas de la presencia del ejército.
La semana pasada el Ejército de Liberación Nacional Ta’ang (TNLA) impuso el servicio militar obligatorio en la ciudad de Mogok, en la región de Mandalay, para crear una milicia local que garantice la seguridad, exigiendo que un miembro de cada familia de edades comprendidas entre los 18 y 45 años preste servicio. Poco después, los habitantes comenzaron a protestar: “No lo aceptamos, es obligatorio y probablemente usarán la fuerza para reunir a los reclutas si la gente se niega”, dijo una fuente al Myanmar Now. “Después de reprimir las protestas, secuestran a los hombres en la calle. El TNLA trata a las personas de la misma manera que lo hacía el régimen”, dijo una mujer a The Irrawaddy El grupo, de etnia palaung, es acusado de reclutar por la fuerza a mujeres y adolescentes y, según otra fuente, también está tratando de prohibir el uso de Internet. Lo mismo que la junta militar.
El año pasado los generales birmanos impusieron el servicio militar obligatorio para los varones de entre 18 y 45 años y para las mujeres de entre 18 y 35 años en todas las ciudades bajo su control. Mogok, como otras ciudades, fue liberada de los militares golpistas en julio del año pasado, durante la segunda fase de la Operación 1027, una ofensiva lanzada por el TNLA, el Ejército de la Alianza Democrática Nacional de Myanmar (MNDAA) y el Ejército de Arakan (AA).
El descontento de la población civil también se ha manifestado contra la gestión de los territorios que hace el MNDAA. La semana pasada decenas de personas protestaron contra el funcionamiento de una mina de oro cerca de la aldea de Pying Kham en el municipio de Kutkai - habitada mayoritariamente por personas de etnia kachin - pidiendo que los trabajadores del MNDAA - que son de etnia china - suspendieran las actividades debido al daño que estaban causando a sus granjas. Los soldados dispararon contra la multitud, mataron a seis personas e hirieron a otras seis.
En el municipio de Hseni, Estado de Shan, en el norte del país, los habitantes fueron obligados a arrendar sus tierras, para cultivar bananas, a precios más bajos. “El MNDAA ya está arando nuestras tierras. No nos atrevemos a protestar porque tienen armas", dijo una fuente a un periódico local bajo condición de anonimato. En agosto del año pasado el MNDAA recuperó la ciudad de Lashio, donde se encontraba un importante cuartel general del ejército birmano. La milicia y el ejército firmaron después un alto el fuego con la mediación de China, que mantiene relaciones con ambos, pero no está claro si el MNDAA se retirará de la ciudad o no. El TNLA también se reunió con funcionarios chinos el mes pasado, aunque no se llegó a un acuerdo.
La semana pasada el jefe de la junta birmana, el general Min Aung Hlaing, también se reunió con el enviado especial de China para asuntos asiáticos, Deng Xijun, en Naypyidaw, la capital militar, dos días después de haber estado en Rusia y Bielorrusia. Según Global New Light of Myanmar, el órgano de prensa del régimen birmano, Min Aung Hlaing y Deng Xijun discutieron el plan de la junta para celebrar elecciones, y también hablaron sobre la cooperación para reprimir los centros de fraude y el tráfico on line de estupefacientes.
Algunos afirman, sin embargo, que el funcionario chino estaba tratando de cumplir un acuerdo para desplegar personal de seguridad chino en lugares donde se están ejecutando proyectos de infraestructura financiados por Beijing. Desde hace semanas se están produciendo violentos enfrentamientos entre el Ejército de Arakan y el ejército birmano en Kyaukphyu, en el Estado occidental de Rakhine. En la ciudad se encuentran en construcción varios proyectos chinos, entre ellos un puerto de aguas profundas y varios oleoductos y gasoductos que forman parte de la Belt and Road Initiative y se conectan con la ciudad de Kunming, en la provincia china de Yunnan. Se trata de un proyecto fundamental, porque permitiría a China evitar el paso por el estrecho de Malaca y tener acceso directo al Océano Índico. Los residentes locales dijeron que el personal de seguridad chino ya ha llegado a la región, a la que Beijing quiere convertir en una zona económica especial, y la medida cuenta con el apoyo de los generales birmanos.
En el encuentro de los últimos días con el enviado Deng Xijun, el general Min Aung Hlaing, cuyas fuerzas están sufriendo grandes pérdidas en Rakhine, podría haber discutido la posibilidad de firmar también un alto el fuego con el AA. Sin embargo, la realidad sobre el terreno parece ir en la dirección contraria: esta mañana llegó la noticia de una ofensiva contra una base militar en Nayungyo, sobre el río Irrawaddy, y la milicia prácticamente ha reconquistado todo el Estado de Rakhine.