El ecumenismo mira a Oriente
Este año, el Consejo de Iglesias de Oriente Medio se encargó de preparar los textos de la Semana de Oración que se celebrará del 18 al 25 de enero en todo el mundo. La comunidad de Taizé, por su parte, en el mes de mayo convoca a los jóvenes a Tierra Santa para una nueva etapa de su "peregrinación de confianza en la Tierra".
Milán (AsiaNews) - Es uno de los rincones del mundo donde las heridas de la historia han creado divisiones muy profundas entre los cristianos. Pero para las Iglesias, también es un laboratorio único, donde están llamadas a tratar de vivir realmente el desafío de caminar juntas en su vida cotidiana. Es uno de los motivos por los que este año el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Comisión Fe y Constitución del Consejo Ecuménico de las Iglesias han confiado al Consejo de las Iglesias de Oriente Medio la tarea de preparar los textos que guiarán la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que se celebrará del 18 al 25 de enero. No es casual que el versículo del Evangelio elegido como tema -Mateo 2:2- destaque el Oriente como el lugar donde surgió la estrella que llevó a los Magos a dirigirse a Belén para adorar a Jesús.
El Consejo de las Iglesias de Oriente Medio -fundado en 1962 como Consejo de las Iglesias de Oriente Próximo- tiene su sede en Beirut y reúne a comunidades cristianas de diferentes países, desde Egipto hasta Irán. Desde 1990, las iglesias católicas de la región también adhieren a esta institución. En la introducción de los Materiales para la Oración se lee que: "La estrella surgió en el Oriente (Mt 2, 2). Desde Oriente sale el sol, y desde lo que hoy conocemos como el Próximo Oriente, vino la salvación de nuestro Dios, por su infinita misericordia, bendiciéndonos con el nuevo amanecer que viene de lo alto (Lc 1, 78)". Pero la historia del Oriente Próximo "se caracterizó, y aún hoy se sigue caracterizando, por conflictos y luchas, y está manchada de sangre y oscurecida por la injusticia y la opresión".
"Los cristianos de Oriente Próximo -continúa el Consejo de Iglesias de Oriente Medio- ofrecen estos recursos para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos siendo conscientes de que el mundo comparte muchas de las aflicciones y dificultades que ellos mismos experimentan, y de que anhela una luz que lo guíe en el camino hacia el Salvador, que es el único que vence las tinieblas. La pandemia mundial de COVID-19 y la consecuente crisis económica, y el fracaso de las estructuras políticas, económicas y sociales para proteger a los más débiles y vulnerables, han subrayado la necesidad global de que una luz brille en las tinieblas. La estrella que brilló en Oriente, en Oriente Próximo, hace dos mil años nos sigue llamando a acudir al pesebre, donde Cristo nace. Nos conduce allí donde el Espíritu de Dios está vivo y operante, a la realidad de nuestro bautismo, y a la transformación de nuestros corazones".
Y añaden: "Después de encontrarse con el Salvador y adorarlo juntos, los Magos regresaron a sus países por un camino distinto, habiendo sido advertidos en un sueño. Del mismo modo, la comunión que experimentamos en nuestra oración compartida debe inspirarnos a regresar a nuestra vida, a nuestras Iglesias y a nuestro mundo también por nuevos caminos”. “Pero, ¿qué significa esto en la práctica? Servir al Evangelio hoy exige el compromiso de defender la dignidad humana, especialmente en los más pobres, los más débiles y los marginados. Exige por parte de las Iglesias transparencia y responsabilidad en sus relaciones mutuas y en su relación con el mundo. Esto significa que las Iglesias deben cooperar para proporcionar alivio a los afligidos, para acoger a los desplazados, para confortar a los abatidos y para construir una sociedad justa y honesta. Se trata de una llamada a que las Iglesias trabajen juntas, de manera que los jóvenes puedan construir un futuro conforme al corazón de Dios, en el que todos los seres humanos puedan experimentar la vida, la paz, la justicia y el amor. El nuevo camino entre las Iglesias es el camino de la unidad visible que buscamos con abnegación, valentía y audacia, hasta el día en que "Dios sea soberano de todo" (1 Co 15, 28).
Este camino que está siendo preparado para hacerse visible en este rincón del mundo también da un pequeño signo: la comunidad ecuménica de Taizé ha decidido vivir en Tierra Santa la próxima etapa de su "peregrinación de confianza en la Tierra", iniciada por su fundador, el hermano Roger. La iniciativa fue organizada en colaboración con las Iglesias de Tierra Santa y el Instituto Ecuménico de Tantur (nacido cerca de Belén como herencia del histórico viaje de Pablo VI en 1964). En ella participarán jóvenes de todas las confesiones, de entre 18 y 35 años, del 8 al 15 de mayo. Como es habitual en los encuentros promovidos por la comunidad de Taizé, estos jóvenes serán acogidos en los hogares de las familias cristianas de Tierra Santa.
Es un gesto de especial significación luego de estos dos años en los que la pandemia ha impedido casi totalmente las peregrinaciones a Jerusalén. Y se espera que esto hoy sea más fácil de realizar, considerando el reciente levantamiento de las restricciones para ingresar a Israel. Uno de los hermanos de la comunidad de Taizé se encuentra en Tierra Santa desde hace varias semanas, para preparar el evento. “Cuando conoces a muchas personas en esta región complicada, hay un hecho que llama la atención: todos hablan de la importancia de apoyarse mutuamente, yendo juntos a las raíces de la esperanza y de la confianza. ¿Acaso no es esto lo que intentamos vivir con nuestra peregrinación de confianza sobre la Tierra?
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