El compromiso cultural de los católicos en Kirguistán
Se llevó a cabo en la localidad de Ženiš una conferencia internacional sobre "Filosofía de la religión en Oriente y Occidente" organizada por los jesuitas. Padre Bulowski: "Es un momento difícil para el diálogo entre religiones y culturas, pero no nos desanimamos".
Bishkek (AsiaNews) - Del 21 al 25 de mayo se está realizando en Ženiš, Kirguizistán, una conferencia internacional sobre "Filosofía de la religión en Oriente y Occidente", organizada por la Fundación cultural-caritativa Svet Ljubvi, "La luz del amor", de la comunidad jesuita en el país con la colaboración con la cátedra de Filosofía Rusa y Bizantina de la Facultad de Filosofía "Juan Pablo II" de Cracovia, y la cátedra de la UNESCO para el estudio de las culturas y religiones del mundo, de la Universidad Eslava Ruso-Kirguisa "Boris Yeltsin".
Se trata de una de las iniciativas de la pequeña pero activa comunidad católica de Kirguistán, acompañada por los misioneros de la Compañía de Jesús provenientes de diversos países del mundo. Desde el verano de 2022 ya se llevaron a cabo varias sesiones de la Escuela de Teología, con decenas de participantes de Kirguistán pero también de Uzbekistán y Kazajistán. Las lecciones y los encuentros se realizan normalmente en ruso, con partes en alemán y polaco -las lenguas de la diáspora católica de estas tierras- pero también están abiertas al uso de las lenguas locales.
Se presentaron estudios en profundidad sobre la historia del cristianismo en Asia Central, así como introducciones a la teología bíblica, moral y dogmática. Los conferenciantes son jesuitas de lengua rusa procedentes del Pontificio Instituto Oriental de Roma, como el joven polaco P. Rafal Bulowski, pero también de la misión que se lleva a cabo desde hace varios años en Moscú y Siberia, como el mexicano P. Tomás García o el estadounidense P. Anthony Corcoran, administrador apostólico para todo Kirguizistán, que han sido directores del Instituto de Teología y Filosofía Santo Tomás de Aquino de Moscú. De Almaty viene regularmente el profesor de Historia de la Iglesia Kevin Wight, estadounidense, que enseña en la universidad local.
Como explica el padre Bulowski, “es un momento difícil para el diálogo entre las religiones y las culturas, pero no nos desanimamos”. El propósito principal de estas escuelas y conferencias es dar voz a los católicos locales, ofreciéndoles una experiencia académica e intelectual y un espacio de discusión sobre temas tan importantes. Se realizan numerosas “mesas redondas” para intercambiar impresiones y reflexiones, así como encuentros con numerosos representantes de las tradiciones y culturas de los pueblos asiáticos. También hay espacios para la oración en común, la convivencia y el servicio caritativo a jóvenes y niños. Es igualmente importante la posibilidad de encuentro entre católicos provenientes de diferentes localidades y países de Asia Central, que viven en condiciones muy diferentes según estructuras y acontecimientos de diversas dimensiones.
El principal centro donde tienen lugar estas iniciativas se encuentra en la hermosa región de Issyk-Kul, un lago salado (el nombre significa "lago caliente"), que es parte de una enorme cuenca de agua entre las montañas, donde los jesuitas han abierto un "Centro de Rehabilitación ” para niños en la localidad de Ženiš para ayudar a huérfanos, inválidos y niños de familias pobres. En este lugar se reúnen no sólo aquellos que vienen a estudiar o asistir a los congresos, sino también grupos de jóvenes y otras categorías para encuentros de espiritualidad y vacaciones en común.
El Centro se encuentra a 100 metros de la orilla del lago, que parece un verdadero mar por su gran tamaño y excepcional profundidad (más de 700 metros), aunque está a 1600 metros sobre el nivel del mar, rodeado por los grandes bosques y glaciares de la cordillera de Tyan-Shan. Es un lugar muy frecuentado tanto en verano como en invierno, y los casi 100 niños que viven en el Centro no pagan cuota alguna por este privilegio.
El verano pasado, también se realizó en Ženiš el primer "Festival de la Juventud Católica" de Kirguistán, al que asistieron jóvenes de los países vecinos y la Siberia rusa, una cita muy esperada que debió posponerse repetidamente durante el período de pandemia. Más de 60 jóvenes varones y mujeres reflexionaron juntos sobre la “identidad cristiana” y la pertenencia a la Iglesia, en grupos de trabajo donde también se discutieron muchos proyectos para sus comunidades y zonas de origen, tanto en el ámbito del servicio caritativo como del diálogo cultural. Se esperan nuevas oportunidades de encuentro para los próximos meses del verano, animadas por la esperanza de una vida nueva en Asia Central y la Iglesia católica local.