El chino Xu Guangqi junto a Matteo Ricci en la catedral de Macerata
Dos estatuas del pionero de la misión en China y su primer discípulo fueron inauguradas ayer en la ciudad natal del jesuita. Son un regalo de las comunidades católicas chinas de la provincia de Hebei. Cardenal Parolin: “Se encontraron en la amistad y generaron amistad: una lección para el mundo de hoy”.
Macerata (AsiaNews) - Una estatua de Paolo Xu Guangqi (1562-1633), el erudito de la corte china de los Ming que fue el primer discípulo de Matteo Ricci (1552-1610) y es considerado el iniciador de la comunidad católica en Shanghái, se encuentra desde ayer, junto a una imagen "gemela" del gran misionero jesuita, en la fachada de la catedral de Macerata, ciudad natal de Ricci. La inauguración -que tuvo lugar durante una celebración eucarística presidida por el secretario de Estado vaticano, card. Piero Parolin - es un fruto visible de los lazos de amistad que se han estrechado en los últimos años entre la ciudad de Macerata y las comunidades católicas chinas: en efecto, ambas estatuas fueron hechas especialmente en China y donadas a la diócesis italiana.
Matteo Ricci y Pablo Xu Guanqi, aunque "pertenecían a culturas lejanas y muy diferentes", recordó el Card. Parolin -se encontraron en la amistad y generaron amistad social, sin pretender ser iguales, sino acercándose en el aprecio recíproco. Matteo Ricci fue fuerte, humilde, desarmado y valiente -añadió-. El Dr. Pablo Xu fue un gran patriota, vale decir, que deseaba el bien de su pueblo. Al mismo tiempo fue un creyente convencido, con una vida cristiana ejemplar. Con su amistad, el padre Matteo y el doctor Pablo dieron a China el don inestimable del Evangelio".
Precisamente este camino -añadió el secretario de Estado vaticano- puede iluminar también el camino para la construcción de la paz "en un momento difícil como el que estamos viviendo". Sin olvidar que la paz dada por Dios es "la remisión de los pecados que se nos ofrece a nosotros, pecadores, por medio del Hijo; es ser una sola cosa con Él y saber perdonar a todos, incluso a los enemigos".
La primera idea de la donación de las estatuas que se concretó en estos días en Macerata surgió en 2011. Al terminar un congreso en Nápoles sobre la figura de Xu Guangqi, el entusiasta asesor de cultura de la ciudad de Shanghái, Song Haojie, visitó Macerata y sugirió un intercambio entre Shanghai, la ciudad natal de Xu Guangqi y Macerata, el lugar de nacimiento de Matteo Ricci.
El padre Giovanni Battista Sun, director del Centro de Estudios Li Madou (el nombre chino de Ricci) en Macerata, se dedicó de inmediato a poner en marcha el proyecto. En 2014 y 2015 partió de Macerata hacia Shanghái un busto de Ricci, y en 2015 llegó a Macerata un busto de Xu proveniente de Shanghái.
Pero el padre Sun no se detuvo aquí. Para llevar a cabo la idea de colocar dos estatuas en la fachada de San Giovanni, involucró a numerosas comunidades católicas de China, comenzando por Beijing (donde está enterrado Ricci), Shanghai, y otras comunidades de la provincia de Shanxi. Las grandes estatuas de mármol blanco se realizaron bajo la dirección del escultor católico Su Jianqiao en una fábrica de Quyang (provincia de Hebei).
Para la participación de los católicos de Shanghai fue decisiva la intervención de la Dra. Rachel Zhu Xiaohong, a quien el obispo Aloysius Jin había designado para dirigir la comisión para la beatificación de Xu Guangqi. La realización de la estatua, la primera que retrata a Xu de cuerpo entero, requirió una extensa investigación sobre la vestimenta de los mandarines de la época. La catedral de San Giovanni se encuentra en el antiguo colegio de los jesuitas (hoy biblioteca Mozzi-Borgetti) donde Matteo Ricci realizó sus primeros estudios, que ha recuperado su antiguo esplendor después de años de estar cerrada por restauración.
