El cardenal Chow, esperanza para Hong Kong y puente hacia China
También en las comunidades católicas de China continental hay gran alegría por la elección del Papa Francisco. El p. Criveller, misionero del PIME y sinólogo: "Un signo importante de cercanía al sufrimiento que ha provocado en la metrópoli la Ley de Seguridad Nacional". Con Zen y John Tong (ambos con más de 80 años) Hong Kong tendrá tres cardenales.
Hong Kong (AsiaNews) - El nombramiento de mons. Stephen Chow como cardenal, anunciado ayer por el Papa Francisco al final de la oración del Ángelus, fue acogido con alegría en Hong Kong, pero también en muchas comunidades católicas de China continental. Al caer la tarde en Hong Kong, la diócesis emitió un comunicado para difundir la noticia en el que decía que "el obispo Chow pide a los fieles que sigan rezando por él y por la diócesis de Hong Kong".
La página web católica de China continental Xinde -un referente de la vida comunitaria en China- también comenzó hoy con la noticia del nuevo cardenal de Hong Kong. En el titular, se refirió expresamente a una "doble alegría": de hecho, recordó que hace unos días Chow también fue elegido por el Papa Francisco entre los miembros del Sínodo. Un recalco importante si se tiene en cuenta que -a diferencia de 2018- ninguno de los obispos de China continental podrá participar en los trabajos que tendrán lugar en Roma. Además de una foto del reciente viaje de Chow a Beijing (el primer viaje oficial de un obispo de Hong Kong desde su reincorporación a China en 1997), Xinde también publicó dos fotos de otras reuniones anteriores a su nombramiento como obispo de Hong Kong, que dan testimonio de lo cerca que siempre ha estado de la Iglesia en China como provincial jesuita. Sin embargo, no aparece ninguna referencia al nombramiento de Chow como cardenal en la web oficial de la asociación patriótica China Catholic.
Chow será el cuarto cardenal en la historia de Hong Kong, de los cuales dos siguen vivos: el card. Joseph Zen (91 años) y el card. John Tong (que cumplirá 84 dentro de unos días). El primer cardenal fue el card. John Baptist Wu, nombrado por Juan Pablo II en 1988, que falleció en 2002.
El actual obispo de Hong Kong llamado a formar parte del Colegio Cardenalicio tiene 63 años y comenzó su ministerio como obispo de la diócesis el 4 de diciembre de 2021, en el difícil contexto que generó en Hong Kong la Ley de Seguridad Nacional, con la que Beijing pretende aplastar los movimientos prodemocráticos. De carácter prudente, firmemente convencido de la importancia de evitar las divisiones, monseñor Chow no ha ocultado en los últimos meses las dificultades que atraviesa la metrópoli actualmente. En un artículo publicado en el semanario diocesano Sunday Examiner en verano de 2022, reconociendo el cambio de la situación, pidió a los fieles que fueran "resilentes como la hierba que crece entre las grietas". Y en su último mensaje de Pascua, recordando las más de 6.000 detenciones por las manifestaciones de 2019, deseó con valentía que "los que están en la cárcel vean la luz". También a la luz de esto, su nombramiento adquiere un significado especial para Hong Kong, como señala el padre Gianni Criveller, misionero del PIME y sinólogo, en el comentario que figura a continuación.
El anuncio del nombramiento cardenalicio de Stephen Chow, obispo de Hong Kong, es importante porque la ciudad y la diócesis de Hong Kong se encuentran en uno de los momentos más difíciles de su historia. Por tanto, este nombramiento dice que el Papa y la Santa Sede están próximos y atentos al obispo, a la diócesis y al pueblo de Hong Kong. Desde que comenzaron las manifestaciones prodemocráticas en 2019 y fueron reprimidas con la introducción de la Ley de Seguridad Nacional el 1 de julio de 2020, el Papa no ha intervenido en ningún momento. Sin embargo, muchos de los líderes prodemocracia detenidos son católicos comprometidos y el mismo card. Joseph Zen, que apoyó el movimiento prodemocrático, fue arrestado y condenado (pero nunca encarcelado).
El silencio del Papa apenó a muchos católicos. La larga espera para designar al nuevo obispo (la diócesis de Hong Kong lleva vacante casi tres años) también fue vivida con preocupación por la comunidad católica. Con este gesto, el Papa está diciendo que Hong Kong ocupa un lugar importante entre sus preocupaciones, como lo demuestra también su importante y cálido encuentro con el card. Zen el pasado 6 de enero.
Francisco elevó a cardenal a un obispo chino, el único al que puede crear cardenal sin complicaciones políticas inmediatas. Hong Kong, con la elección del obispo Chow, se convierte en una ciudad con nada menos que tres cardenales, quizá la ciudad más cardenalicia después de Roma.
El pasado mes de abril, monseñor Chow realizó un viaje a Beijing con sus colaboradores más cercanos, donde se reunió con monseñor Joseph Li Shan y la comunidad católica, en memoria del padre Matteo Ricci, que ahora es venerable. Es posible que con este nombramiento, el Papa quiera dar también al obispo de Hong Kong, que se mueve con gran prudencia, y con palabras siempre moderadas en una situación verdaderamente difícil, un papel de puente entre la Iglesia universal, la Santa Sede y la Iglesia china. Al fin y al cabo, es precisamente un puente -el moderno puente Tsing-Ma, que en Hong Kong conecta la isla de Tsing Yi con el continente- lo que destaca en el escudo episcopal que Chow eligió hace dos años junto con el lema jesuita "Ad maiorem Dei gloriam": "La misión de la Iglesia -escribió el recién nombrado cardenal Chow en su explicación- es ser puente entre las distintas partes para que, al cruzarlo, las ayude a encontrarse".
* PIME misionero y sinólogo
17/05/2021 14:23
