En busca de una vida mejor y con menos trabas para sus negocios, afectados por la crisis. Tokio y Osaka constituyen alternativas atractivas a Singapur, donde los precios se han disparado. Las repercusiones en el mercado inmobiliario japonés.

 

Tokio (AsiaNews)- Con la crisis económica, cada vez más chinos ricos buscan una vida mejor en Japón. Las causas son muchas: las dificultades que vivieron durante las restricciones de la política Cero-Covid, los controles impuestos por el Partido, el congelamiento de las relaciones entre China y Estados Unidos, un clima empresarial más difícil que en Occidente. Todo ello está empujando no sólo a las clases media y alta chinas a considerar Tokio, sino también a los verdaderos magnates.

Los chinos ya constituyen en este momento el grupo más numeroso de extranjeros en Japón. Hasta hace poco los inmigrantes chinos solían ser estudiantes, becarios y gente de clase trabajadora. Pero los recién llegados son cada vez más ricos y con mayores conocimientos financieros, y eligen Japón después de evaluar los pros y los contras de otros posibles destinos, como Singapur y Bangkok.

La consultora especializada en emigración de inversiones Henley & Partners predijo en un informe de junio que este año China ocupará el primer lugar en términos de “huida de su país” de personas con un patrimonio superior a 1 millón de dólares, con 13.500 emigrantes.

Wang Yun, consultor jefe del estudio jurídico japonés Support Gyoseishoshi, explicó que cada vez más chinos llegan al país del Sol Naciente con visas de consultores, directores de empresas o profesional "altamente cualificado". Según Wang, “el costo y las dificultades para los ciudadanos chinos que quieren viajar a Estados Unidos ahora son mucho mayores. Por otra parte, los precios para instalarse en Singapur también están aumentando y por eso mucha gente piensa que Japón es una opción más razonable".

El destino preferido de estos nuevos inmigrantes es Tokio, en la zona de Toyosu, una antigua zona industrial recuperada, famosa por sus impresionantes vistas de la capital. La población china en los 23 distritos de Tokio aumentó a 16.297 residentes registrados entre enero y noviembre de 2023. Un consultor inmobiliario especializado en esa zona estima que en algunos condominios el porcentaje de residentes chinos ya llega al 20%.

Los recién llegados se sienten atraídos por la relación costo-beneficio de mudarse a Japón. Una mujer china de 30 años que vive en la Branz Tower Toyosu de Tokio comentó: "Si comprara un apartamento de nivel similar con la misma ubicación en Beijing, costaría cerca de 100.000 yuanes (unos 2 millones de yenes) por metro cuadrado". Dado que el precio mínimo de una unidad de la Branz Tower Toyosu ronda los 1,2 millones de yenes, comprarla en Japón supone un ahorro de más del 40%. Otros inmigrantes chinos prefieren Osaka, donde alquilar o comprar una casa es aún más barato.

La sociedad japonesa todavía tiene que entender y confrontarse con esta ola de inmigrantes y tampoco se han tomado medidas para integrar a los recién llegados chinos. A nivel político, los conservadores están preocupados por las consecuencias negativas desde el punto de vista de la seguridad, mientras algunas corrientes "liberales" creen que se trata de una oportunidad para revitalizar la estancada economía japonesa con nuevas ideas y, sobre todo, nuevos capitales.

 

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