El boom de la educación patriótica en Rusia
Moscú (AsiaNews)- En un trasfondo de una general militarización del país, el apoyo del ejército y el deseo de servir a la patria han alcanzado los máximos niveles. El ministro de Defensa hizo saber que los pedidos para entrar en las academias militares se duplicaron desde el año pasado: por cada puesto disponible hay 6 personas que se anotan. Y la tendencia se refiere ya sea a varones que a mujeres.
Este tipo de militarización en Rusia, inicia mucho antes que los jóvenes lleguen a la universidad, como comentó recientemente una investigación publicada en el sito de la oposición Meduza. Hoy los rusos mandan a sus hijos a clubes militares-patrióticos, que preparan a los jóvenes para el servicio militar, enseñando a ellos a amar a la patria y a estar listos para combatir con diversos tipos de armas para defenderla.
La educación militar-patriótica de la población (concepto que se fue difundiendo con mayor énfasis a partir del conflicto con Ucrania) está regulada por un programa especial del gobierno ruso, en vigor desde el año 2010. El ministerio de Defensa está preparando ahora un nuevo plan para los años 2016-2020. La finalidad es ambicioso: hacer sentir a los ciudadanos la gran responsabilidad del destino de su país, prepararlos para defender a la patria, difundir el interés por la historia nacional y que se sientan orgullosos de sus héroes pasados.
El programa se pone objetivos precisos- entre los cuales el aumento del 105 de los jóvenes que se enrolan en el ejército- y por esto se debe iniciar desde que son pequeños. Entre los 1 y 6 años, el Estado debe facilitar la formación de los pequeños ciudadanos hacia un sistema de valores espirituales, basados en “amor, gentileza, amistad, honestidad y comprensión de la patria”. Los clubes militares y deportivos-militares son un instrumento clave del programa, en cuánto destinado a aumentar el prestigio de las Fuerzas Armadas.
Entre éstos, hay también clubes patrióticos ligados a la Iglesia, que ponen también el acento también en el aspecto de los valores religiosos. Un ejemplo es el “Club patriótico de S. Espiridión”, instituido en el año 2010 en la catedral de la ciudad de Lomonosov, poco distante de S. Petersburgo. Aquí, se enseña a los niños una mezcla de artes marciales, cómo manejar las armas y sobrevivir en condiciones de dificultad. La finalidad es preparar a los jóvenes a servir al ejército y “acercar a los niños a la Iglesia, a través del deporte y el reforzar la ortodoxia”. Se basan por lo más en un presupuesto dado directamente por el Patriarcado de Moscú, que del Estado recibe unos 35 millones de dólares por año para organizar actividades que promuevan los valores espirituales y el patriotismo entre adultos y niños.
Organizaciones de este tipo registradas formalmente son algunos centenares, escribe Meduza, pero los grupos no oficiales podrían ser miles. Sus actividades comportan un consistente gasto para las cajas del Estado. Para este año están previstos 12 programas patrióticos en vasta escala financiados por el balance público, para el correspondiente de unos 2,95 millones de dólares. Si el programa para la educación patriótica será aprobado, las financiaciones crecerán: 1,68 billones de rublos para el entero período (más de 29 millones de dólares), es decir un aumento de casi el 10%.
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