El agradecimiento de Bangkok por los 50 años como obispo del card. Kitbunchu
El cardenal más anciano de Asia festejó ayer en el centro pastoral de Baan Phu Wan el aniversario de su ordenación episcopal, el 3 de junio de 1973. A los 94 años repasó en una larga entrevista su vida y su servicio a la Iglesia en la capital tailandesa. Habló también sobre sus esperanzas para el futuro de su país: “Aunque profesemos religiones diferentes, reconozcámonos como hermanos y hermanas en la misma sociedad".
ngkok (AsiaNews) - Con una celebración solemne en Baan Phu Waan - el gran centro pastoral de la arquidiócesis de Bangkok, donde todavía reside -, la Iglesia de Tailandia festejó ayer el 50° aniversario episcopal del cardenal Michael Michai Kitbunchu, de 94 años, arzobispo emérito de la capital. Pablo VI lo había llamado para tomar el relevo de Mons. Joseph Kiamsun Nittayo y precisamente el 3 de junio de 1973 fue ordenado obispo. Diez años después, el 2 de febrero de 1983, Juan Pablo lo convirtió en el primer cardenal de Tailandia. Y sigue siendo el cardenal más anciano proveniente de Asia en el colegio cardenalicio.
El Card. Kitbunchu dirigió la arquidiócesis de Bangkok durante 36 años, acompañando el crecimiento de la Iglesia local paralelo a la explosión de la gran metrópolis, y desde 2009 es arzobispo emérito. Le sucedió Mons. Francis Xavier Kriengsak Kovithavanij, un sacerdote que se formó con Mons. Kitbunchu en su arquidiócesis y él mismo había ordenado obispo de Nakhon Sawan antes de ser llamado para dirigir la Iglesia de la capital tailandesa y también creado cardenal en 2015. A pesar de su avanzada edad, el anciano pastor sigue siendo una presencia vital y muy querida por los católicos tailandeses, como quedó demostrado en la celebración de ayer.
Y toda su vitalidad resulta evidente en una larga entrevista sobre su vida que publicó un sitio tailandés con motivo de este aniversario. Comienza con sus orígenes, en una familia de origen chino: “Michai es mi nombre de bautismo -dijo- pero también tenía un nombre chino, Hua Xiang. Mi abuelo vino de China hace más de cien años y se radicó en Samphran, donde se casó con una mujer tailandesa. Eran agricultores"
En la entrevista habla de su vocación, su ingreso al seminario a los 11 años, sus estudios teológicos en la Roma de Pío XII donde luego fue ordenado sacerdote en 1959 y sus primeros años de ministerio visitando comunidades cristianas muy pequeñas dispersas en algunas aldeas de las afueras de la ciudad. Sobre su largo ministerio episcopal cuenta que sólo quiso ser un instrumento en las manos de Dios para predicar a todos la Buena Noticia del Evangelio. Recuerda el compromiso de construir escuelas y servicios de salud de calidad abiertos a todos, sin distinciones religiosas.
Habla también sobre la gran sorpresa por su nombramiento como cardenal en 1983: “Fue un shock, nunca lo hubiera imaginado. Le pedí al nuncio un tiempo para pensarlo. Él respondió: es una orden del Papa, debes aceptarla”. Y en un encuentro privado con Juan Pablo II, cuando éste le pidió que le hablara sobre Tailandia, Kitbunchu respondió casi instintivamente: "¿Por qué no viene usted a mi casa?". En mayo de 1984 se concretó la primera visita de un pontífice a Tailandia.
De la Bangkok de hoy describe los grandes cambios que se han producido en estos 50 años: "Todo ha cambiado: carreteras, automóviles, televisores, teléfonos... Sin embargo, me pregunto si no nos hemos centrado demasiado en los aspectos materiales y muy poco en el espíritu y la vida moral". Pero mirando hacia el futuro, expresa dos grandes deseos para Tailandia: “que cada uno pueda ser libre de practicar su fe y, aunque profesemos religiones diferentes, nos reconozcamos como hermanos y hermanas en una misma sociedad. La unidad es la base para vivir juntos. Porque como decimos los cristianos, 'Donde hay amor, está Dios'".