El acceso al agua en Asia y el Pacífico, un objetivo lejano
Ya en 2015, más del 75% de Asia carecía de recursos hídricos seguros. La escasez de agua afecta principalmente a China, el sur de Asia y los centros urbanos del sudeste asiático. Mientras tanto, cerca de la mitad del mercado mundial de agua embotellada se concentra en el continente, un factor más que desalienta la inversión en infraestructuras públicas.
Nueva York (AsiaNews) - Entre los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, el objetivo de "garantizar a todos la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y de los servicios higiénico-sanitarios" está muy por detrás de los demás en el continente asiático, junto con los objetivos número 8 (fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos), 14 (conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible) y 12 (consumo y producción responsables). Para el objetivo 13, limitar el cambio climático y adaptarse a él, incluso se registró un retroceso en la región Asia-Pacífico.
Así lo recordó hoy la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (ESCAP) con motivo del Día Mundial del Agua, la jornada elegida por Naciones Unidas para abrir los trabajos de la Conferencia de la ONU sobre el Agua. Este evento se celebrará durante los próximos tres días en Nueva York y sobre ella también ha hablado esta mañana el Papa Francisco durante su audiencia general.
Según datos del Banco Asiático de Desarrollo, cuando se redactó la Agenda 2030 en 2015, más del 75% de Asia carecía de agua potable, y ya entonces se estimaba una brecha del 40% entre la oferta y la demanda de agua para 2030.
Un informe publicado por el UN University Institute of Water Environment and Health antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua muestra que la difusión del agua embotellada, por un lado, sigue siendo un signo de la falta de agua potable y, por otro, inhibe la intervención de los gobiernos en el suministro y la mejora de las infraestructuras públicas de abastecimiento hídrico a largo plazo retrasando la realización de los objetivos sostenibles.
La región de Asia-Pacífico representa cerca de la mitad del mercado mundial de agua embotellada, mientras que en conjunto los países en vías de desarrollo representan alrededor del 60%. Obviamente, lo que difiere de otras zonas del mundo son las razones por las que la gente compra agua embotellada: mientras que en los países más industrializados la gente percibe el agua embotellada como más segura, en el Sur del mundo la compra de agua embotellada viene dictada por la "falta o ausencia de un suministro público fiable de agua", según señala el informe titulado 'Global Bottled Water Industry: A Review of Impacts and Trends'. Por poner un ejemplo, en el estado indio de Uttar Pradesh, el más poblado del país, sólo 31 de las 734 ciudades cuentan con sistemas de alcantarillado, aún así sólo consiguen tratar el 40% de las aguas residuales.
Al mismo tiempo, Asia-Pacífico es la región con los mayores índices de extracción de aguas subterráneas del mundo, "debido al crecimiento demográfico, el rápido desarrollo económico y la mejora de las condiciones de vida", según datos de la ONU del año pasado. El 70% de los recursos hídricos se destinan a la agricultura, con India y China a la cabeza respecto al mayor consumo de aguas subterráneas en la agricultura. Bangladesh, India, Nepal y Pakistán, por su parte, bombean cada año entre 210 y 250 kilómetros cúbicos de agua subterránea, lo que provoca un decrecimiento de las napas y un aumento de la escasez de agua.
Por estas razones, se considera que las zonas desérticas del norte de la India corren el mismo riesgo de escasez de agua que las regiones orientales, junto con los centros urbanos del sudeste asiático (en 2050, el 64% de la población de Asia residirá en ciudades). Por su parte, en enero de este año, China anunció que en 2022 había gastado 148.000 millones de dólares en la gestión del agua, un 44% más que el año anterior. El verano pasado, las fábricas del suroeste del país tuvieron que suspender el trabajo debido a una sequía sin precedentes que provocó que algunos ríos se secaran, entre ellos partes del Yangtsé.
Una sequía que contrasta con las frecuentes inundaciones causadas por el cambio climático. Y que también se extiende al sudeste asiático a causa de los embalses que China construyó en el río Mekong, que atraviesa el Yunnan chino, Birmania, Tailandia, Laos, Camboya y Vietnam. "Las presas río arriba están afectando a la pesca, el cultivo de arroz y la recolección de algas, una importante fuente de ingresos para mujeres y ancianos", explica Pianporn Deetes, directora de Rivers International en Tailandia y Birmania. Entre 2019 y 2021, a pesar de las condiciones de sequía ya existentes, las presas chinas retuvieron grandes cantidades de agua, provocando que los niveles del Mekong descendieran a mínimos históricos y desplazando a la población local que depende del río para su subsistencia.
18/05/2022 15:46
21/05/2024 13:34