El Rey de Bahrein será recibido por el Papa Francisco. Monseñor Berardi: nosotros también rezamos por la paz

El vicario del Norte de Arabia observa con preocupación la escalada del conflicto entre Israel y Hamás. La situación podría empeorar con la invasión de la Franja, con repercusiones en toda la región. El Papa Francisco recibe hoy en el Vaticano al rey Hamad bin Isa Al Khalifa, insistiendo en el camino del diálogo y la negociación. La Catedral de Nuestra Señora es un destino turístico para cristianos y musulmanes.

Roma (AsiaNews) - El último conflicto sangriento que estalló entre Israel y Hamás tras el ataque del movimiento extremista el 7 de octubre está comenzando a crear "tensión y preocupación" en el Golfo, sobre todo en caso de una invasión de Gaza, que "podría cambiar todo el escenario". Lo subraya a AsiaNews el vicario apostólico del norte de Arabia, mons. Aldo Berardi, sacerdote de la Orden de la Santísima Trinidad y de los Esclavos, de la que fue vicario general, comentando el nuevo estallido de la guerra en Oriente Medio. "Se teme - explica - que a las manifestaciones de solidaridad se sumen otros motivos de protesta”. Los gobiernos "condenan" la escalada, hay un "apoyo" generalizado a los palestinos, pero al mismo tiempo aumentan los controles: Kuwait ha suspendido fiestas y conciertos, Arabia Saudita está en alerta silenciosa y ha suspendido nuevas negociaciones en vista de los Acuerdos de Abraham, un ataque a gran escala con el ingreso en la Franja podría precipitar la situación.

Nosotros en la Iglesia de Arabia, afirma Mons. Berardi. "Rezamos por la paz y nos unimos al Patriarca Latino de Jerusalén" que ha convocado una jornada de ayuno y oración para mañana. “Los anglicanos de Bahréin - continúa - también deberían adherir. Hemos enviado un aviso a las parroquias, invocando la oración y el ayuno en unión con Tierra Santa", porque el temor a una escalada y el peligro de una expansión regional y global del conflicto preocupa a todos.

Bahréin, aunque lejos de Jerusalén, sigue siendo un territorio puente entre Arabia Saudita e Irán y, como toda la zona, vive en carne propia las consecuencias de la guerra, al tiempo que intenta reanudar -y reforzar- las oportunidades de diálogo, encuentro y confrontación. En esta línea se interpreta la presencia del rey Hamad bin Isa Al Khalifa en el Vaticano, donde será recibido por el Papa Francisco en un contexto de relaciones cordiales y consolidadas desde la visita del pontífice a la tierra de Arabia el año pasado. “Hoy se trata de una visita de 'cortesía' - afirma Mons. Berardi - de la que también nosotros, como vicariato, recibimos muy tarde noticias oficiales y las comunicamos a los fieles ayer al final de la misa. En el último año ha habido contactos entre el Papa y el rey a nivel epistolar" con respectivas cartas" de agradecimiento. En la conversación de hoy - prosigue el vicario - se hablará de la situación en Oriente Medio y de cómo continuar y profundizar el diálogo interreligioso y la convivencia entre las confesiones" con un camino paralelo e independiente "con respecto a los Emiratos Árabes Unidos".

Incluso en Bahréin, subrayó, la tolerancia y la convivencia entre religiones son un elemento de gran valor, el propio monarca ha "mantenido la línea de diálogo" en la perspectiva en la que se sitúa el viaje apostólico, que "fue muy importante para todo el país y no sólo para los católicos." Su presencia representó un "momento de unidad", como pocas veces ocurre con los católicos del Vicariato, que tienen pocas oportunidades de reunirse dentro del territorio y por lo general son los grandes acontecimientos internacionales los que actúan como un factor de unidad. La última, recuerda, fue "la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, donde los fieles del vicariato se reunieron para un momento de discusión e intercambio". Sin embargo, la Iglesia sigue siendo "parte de la historia del país", como lo demuestra "la escuela católica del Sagrado Corazón que celebra 75 años de actividad" y es una valiosa fuente de educación.

El vicariato apostólico del norte de Arabia extiende su jurisdicción sobre cuatro Estados de la Península, con situaciones diferentes a nivel social, político y en términos de presencia cristiana y libertad religiosa: Bahréin, Kuwait, Qatar y Arabia Saudita, nación esta última en la que no se permite otra religión que el Islam. En 2020, año de la muerte del último vicario, mons. Camillo Ballin, a quien sucedió como administrador el Mons. Paul Hinder, ex vicario del sur de Arabia, había casi 2,8 millones de bautizados, sobre aproximadamente 43 millones de habitantes. El territorio está dividido en 11 parroquias, la sede está en Bahréin, en Awali, donde se encuentra la catedral de Nuestra Señora de Arabia, punto de referencia para los cristianos y que el 10 de diciembre celebra "el segundo año de su dedicación".

Fue construida gracias a la contribución del rey, que donó el terreno - continúa Mons. Berardi - y se está convirtiendo en una fuente de atracción arquitectónica, histórica y cultural, hasta tal punto que es "un destino para los visitantes internacionales de Bahréin y para los propios ciudadanos, muchos de los cuales también son musulmanes". Por eso la Iglesia está trabajando en la formación y la "pastoral del turismo", para ilustrar el valor de la estructura y explicar, incluso a aquellos que no son cristianos, los fundamentos de la fe. El próximo 24 de octubre comienza el año jubilar del vicariato y la apertura de la puerta santa de la catedral de Bahréin el 4 de noviembre, con indulgencias y peregrinaciones. El evento está relacionado con los 1500 años de los mártires de Arabia, que unirá al Norte y al Sur (Emiratos, Yemen y Omán) en las celebraciones. “Debemos reforzar la formación permanente del clero, el espíritu misionero - concluye mons. Berardi -, reforzar la catequesis para los miles de niños y la educación de adultos, con los diferentes grupos lingüísticos presentes. Éste es nuestro compromiso pastoral" para el futuro.