El Patriarcado de Moscú prepara un encuentro con el Papa Francisco
Hoy visitó el Vaticano el Metropolitano Hilarion Alfeyev, presidente del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú. "El encuentro con Kirill tendrá lugar cuando se hayan cumplido todas las condiciones". El Patriarca quiere volver a ver al pontífice. La cuestión de las escuelas religiosas ortodoxas. La religión ha recuperado un papel central en la vida de la sociedad rusa.
Moscú (AsiaNews) – El nuevo encuentro entre el Papa Francisco y el Patriarca Kirill (Gundyaev) "está en manos de nuestros diplomáticos eclesiásticos y tendrá lugar cuando se cumplan todas las condiciones". Las declaraciones del presidente del Departamento Sinodal del Patriarcado de Moscú para las relaciones entre la Iglesia y la sociedad, Vladimir Legojda, fueron difundidas por el periódico Izvestija, coincidiendo con la visita al Vaticano del metropolita Hilarion Alfeyev, jefe del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado.
En la larga entrevista, Legojda reiteró el deseo del patriarca de volver a reunirse con el Papa de Roma, pero el calendario de estos encuentros "no sigue un ritmo rápido o lento, sino que depende de que se cumplan las condiciones adecuadas". En Cuba había una urgencia por la situación en Oriente Medio; ahora depende de muchos otros factores".
El representante del patriarcado luego comentó la situación de las escuelas religiosas ortodoxas del país, tras el lamentable atentado perpetrado en Serpukhov por un ex alumno. El agresor sufría trastornos mentales e hizo estallar una bomba frente al monasterio donde había estudiado. El terrorista murió en el ataque e hirió de gravedad a varias personas, la mayoría alumnos del colegio de monjas.
Legojda aseguró que el patriarcado está siguiendo la investigación con mucha atención y resaltó que, "hay que cuidar al máximo a los niños". En su opinión, el problema de los no creyentes obligados a asistir a escuelas religiosas puede resolverse acogiéndolos de verdad: "No hay que expulsarlos, sino amarlos todavía más".
El aumento de la agresividad entre los adolescentes y los jóvenes en Rusia preocupa a la Iglesia, que querría ver una mejor selección de las películas e historias que se muestran en los medios de comunicación. "Sería ingenuo pensar en prohibir las películas que muestran homicidios, porque si no todos empiezan a matarse unos a otros”, comenta Legojda. “No obstante, no podemos negar que existen responsabilidades de los medios de comunicación en las situaciones que vemos repetirse casi a diario". Él señala que esto concierne ante todo a la información sin verificar, que lleva a la gente a confirmar sus ideas más descabelladas. "En la cultura del libro", añade el funcionario patriarcal, "era más fácil, porque al menos había editores, pero Internet ha cambiado radicalmente los parámetros".
Esto no significa que haya que cerrar Internet, sostiene Legojda, "pero el papel de la educación se vuelve decisivo, para difundir un conocimiento profundo de la sociedad, de la autoridad, de la vida de cada persona real". Las civilizaciones se han construido sobre sistemas de educación". Además de la educación pública, el papel educativo de la familia es fundamental, junto con las escuelas y universidades, y las asociaciones religiosas.
La religión ha recuperado un papel central en la vida de la sociedad rusa actual, comenta Legojda, "porque la gente busca respuestas a las principales cuestiones de la vida y del mundo. Aunque no se acepte la religión, tampoco se la puede ignorar". Los estudios religiosos, desde la historia de la religión hasta las doctrinas específicas, son "las claves de la cultura mundial, de la construcción de la tradición". El conocimiento de las auténticas doctrinas religiosas protege contra las formas de extremismo religioso y otras expresiones radicales cuyo asidero es la ignorancia.
La pandemia ha obligado a determinar prioridades, incluso en el ámbito religioso. "No hay que tener miedo a la muerte, pero tampoco hay que correr hacia ella poniendo en peligro a los demás", advierte Legojda. Para la Iglesia es una prueba muy seria, que ha implicado a muchas personas, empezando por los sacerdotes ortodoxos, entre los que hay muchos "antivaksery"-la expresión rusa para no-vax (contrarios a las vacunas).
En este sentido, el Patriarca Kirill y muchos jerarcas de alto rango han hecho una activa propaganda a favor de la vacunación, empezando por el influyente metropolitano de Pskov Tikhon (Ševkunov), hijo de un destacado inmunólogo. De todos modos, para entrar a las iglesias ortodoxas no se requerirán certificados, pero seguirán vigentes todas las medidas de precaución.
30/07/2016 13:00