El Papa: Quien quiera ‘ver a Jesús’ debe mirar el crucifijo
En el Ángelus, el Papa Francisco destaca la cruz de Jesús como signo de "amor, servicio, entrega sin reservas". Para que la gente "vea a Jesús", "nosotros debemos responder con el testimonio de una vida que se entrega en el servicio". El recuerdo de las víctimas inocentes de las mafias. "Las organizaciones mafiosas son contrarias al evangelio, cambian la fe por la idolatría". Mañana se celebra el Día Mundial del Agua.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – "Si hoy en día alguien quiere “ver a Jesús”, pero quizás proviene de países y culturas donde el cristianismo es poco conocido”, debe mirar el crucifijo, que es expresión de “amor, servicio, entrega sin reservas” y debe mirar la vida de los cristianos “que se entregan en el servicio” a los demás. Es lo que subrayó hoy el Papa Francisco durante su reflexión antes del Ángelus. A causa de las restricciones vigentes para prevenir el Covid-19 se evitan las reuniones multitudinarias en la plaza San Pedro. Es por eso que el pontífice hoy habló desde la biblioteca apostólica. Al comentar el evangelio de hoy (5to domingo de Cuaresma, ciclo B, Juan 12, 20-23), Francisco se refirió al pasaje evangélico en el cual se dice que “algunos griegos” querían ver a Jesús. Al responder, Jesús habla de “la semilla escondida dispuesta a morir, para dar mucho fruto”. Es como si dijera: si quieren conocerme y comprenderme, miren el grano de trigo que muere en la tierra, miren la cruz”.
“Si hoy en día alguien quiere “ver a Jesús”, pero quizás proviene de países y culturas donde el cristianismo es poco conocido, ¿qué es lo primero que ve? ¿Cuál es el signo más común que encuentra? El crucifijo. Está en las iglesias, en los hogares de los cristianos, incluso en su cuerpo. Lo importante es que el signo sea coherente con el Evangelio: la cruz no puede sino expresar amor, servicio, entrega sin reservas: sólo así es verdaderamente el “árbol de la vida”, de la vida sobreabundante”.
“Hoy en día, mucha gente -si bien no lo dice explícitamente - también quisiera “ver a Jesús”, encontrarlo, conocerlo. Esto nos hace comprender la gran responsabilidad de los cristianos y de nuestras comunidades. Nosotros también debemos responder con el testimonio de una vida que se entrega en el servicio. Se trata de sembrar semillas de amor, pero no con palabras que se lleva el viento, sino con ejemplos concretos, sencillos y valientes. No con condenas o gestos clamorosos”.
“El Señor, con su gracia, nos hace dar fruto, aunque el terreno sea árido debido a las incomprensiones, las dificultades, persecuciones o las pretensiones de legalismos clericales. Es precisamente en ese momento -en la prueba y en la soledad, cuando la semilla muere - que la vida florece para producir frutos maduros a su debido tiempo. Y en esta trama hecha de muerte y vida podemos experimentar la alegría y la verdadera fecundidad del amor”.
Luego de la oración mariana, Francisco recordó que en Italia hoy se celebra “la memoria de las víctimas inocentes de las mafias”. La mafia se ha difundido en muchos países y en la actualidad estos grupos están “explotando la pandemia” y se enriquecen con la corrupción. El pontífice también subrayó que “las organizaciones mafiosas son contrarias al evangelio, cambian la fe por la idolatría”.
Antes de despedirse, Francisco recordó que mañana se celebra el Día Mundial del Agua, la jornada instituida por la ONU en 1992. “La hermana agua es un símbolo universal para los creyentes”, dijo el Papa. “Y dado que tantas personas en el mundo siguen sin agua o tienen que usar agua contaminada, Francisco instó a que se asegure a todos "agua potable y saneamiento". Entre los grupos y personas preocupadas por el destino del agua, citó "la universidad del agua, en mi patria", la Argentina.
02/05/2017 13:54
17/12/2016 13:14