El Papa sobre Ucrania: ‘¿Se hizo todo lo posible para detener la guerra?’
A un año del inicio de la guerra, la advertencia de Francisco en la audiencia general: "No puede haber victoria sobre los escombros". El primer día de Cuaresma la invitación a los fieles: "Intensifiquemos durante este período la oración, la meditación de la Palabra de Dios y el servicio a los hermanos". El rito de las Cenizas, hoy en Santa Sabina.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "¿Perdonará el Señor tantos crímenes y tanta violencia? Él es el Dios de la paz, permanezcamos junto al martirizado pueblo ucraniano que sigue sufriendo y preguntémonos: ¿se hizo todo lo posible para detener la guerra?". En el primer día de Cuaresma, que cae a sólo unas horas del "triste aniversario" del inicio de la guerra "absurda, triste y cruel" en Ucrania, el Papa Francisco utilizó estas palabras para volver a elevar su grito para que se silencien las armas. Lo hizo al finalizar la audiencia general en el Aula Pablo VI, renovando su llamado a "quienes tienen autoridad sobre las naciones, para que se comprometan concretamente por el fin del conflicto, a alcanzar un alto el fuego y a iniciar negociaciones de paz". Lo que "se construye sobre escombros", añadió, "nunca será una verdadera victoria".
"Hoy comienza la Cuaresma -recordó a continuación-, un tiempo privilegiado de conversión y penitencia para nuestro espíritu. Quisiera pedirles a todos que intensifiquen durante este período la oración, la meditación de la palabra de Dios y el servicio a los hermanos". Esta tarde, como de costumbre, el Papa presidirá el rito de la Ceniza en la basílica de Santa Sabina, en la colina del Aventino, en Roma.
Retomando la audiencia general, en su catequesis semanal el pontífice continuó el ciclo de reflexiones sobre el celo apostólico en la evangelización. El Resucitado -observó el Papa- nos exhorta a ir "no para adoctrinar o hacer proselitismo, sino para hacer discípulos, es decir, para dar a todos la posibilidad de entrar en contacto con Jesús, de conocerlo y amarlo". La misma invitación a bautizar "antes de indicar una acción litúrgica, expresa una acción vital: sumergir la propia vida en el Padre, en el Hijo, en el Espíritu Santo; experimentar cada día la alegría de la presencia de Dios que está cerca de nosotros como Padre, como Hermano, como Espíritu que actúa en nosotros, en nuestro mismo espíritu".
Es el Espíritu Santo, de hecho, "el motor de la evangelización". Y para explicar cómo actúa, Francisco se refirió al relato de los Hechos de los Apóstoles sobre el primer Concilio de Jerusalén, el de la decisión sobre cómo tratar a los paganos que llegaban a la fe sin pertenecer al pueblo judío. Una cuestión sobre la que incluso dentro de la primera comunidad había diferentes opiniones. “Se podría haber buscado un buen compromiso entre tradición e innovación -observó el Pontífice-: se respetan algunas reglas, se omiten otras. Sin embargo, los Apóstoles no siguieron esta sabiduría humana, sino que se adaptaron a la obra del Espíritu, que se les había anticipado descendiendo tanto sobre los paganos como sobre ellos”. Fue una elección en obediencia al "principio del anuncio: todo en la Iglesia debe ajustarse a las exigencias del anuncio del Evangelio; no a las opiniones de conservadores o progresistas, sino al hecho de que Jesús llegue a la vida de las personas. Por tanto, toda elección, uso, estructura y tradición deben evaluarse en la medida en que favorezcan el anuncio de Cristo".
El Espíritu Santo es, por tanto, "la luz que orienta a la Iglesia: da claridad, ayuda a distinguir, a discernir". “Por eso es necesario invocarlo con frecuencia -añadió el Papa-; hagámoslo también hoy, al inicio de la Cuaresma. Porque, como Iglesia, podemos tener tiempos y espacios bien definidos, comunidades, institutos y movimientos bien organizados, pero sin el Espíritu, todo queda sin alma. La Iglesia, si no le reza y lo invoca, se encierra en sí misma, en debates estériles y agotadores, en polarizaciones fatigosas, mientras se apaga la llama de la misión. El Espíritu, en cambio, nos hace salir, nos impulsa a anunciar la fe para confirmarnos en ella, a ir en misión para redescubrir quiénes somos".