El Papa sobre Medio Oriente, Irak, Ucrania: "¡Paren, os pido con todo mi corazón! ¡Alto!"
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "¡Paren,
os pido con todo mi corazón! ¡Paren!" Es la
oración que el Papa Francisco
ha dirigido "al pueblo ya las autoridades"
de las tres zonas de crisis que ocupan su "pensamiento"
en estos días: el
Medio Oriente, Irak, Ucrania.
Saliéndose del texto preparado,
en declaraciones a los peregrinos en la
Plaza de San Pedro en la final de hoy del
Ángelus, el Papa recordó que "todo
está perdido con la guerra, y nada
se pierde con la
paz" Y agregó: "Hermanos y hermanas, ¡nunca la guerra! Pienso
en especial en los niños, a
quienes se les quita la esperanza de una vida digna, niños muertos, niños heridos, niños mutilados, huérfanos, niños que tienen reliquias de la guerra, como juguetes, los
niños que no saben sonreír".
El Papa también dijo que para las tres áreas mencionadas, se espera que "En el centro de cada decisión no pone los intereses especiales, pero el
bien común y el respeto de cada persona" Para ello se pide a todos que "seguir
a unirse a mi oración para
que el Señor conceda a las personas y las autoridades de esas zonas la
sabiduría y la fuerza necesarios para proseguir con determinación el camino de
la paz, abordar cada disputa con la tenacidad del diálogo y las negociaciones y
por la fuerza de la reconciliación".
La llamada de Francisco por estas tres
situaciones nació a partir de la memoria de los 100 años desde el estallido de la Primera Guerra Mundial, que se celebrará mañana, y que el Papa ha
llamado "un día de luto en memoria de esta tragedia". La guerra Grande, de hecho "causó millones de muertos y una inmensa destrucción.
Dicho conflicto, que el Papa Benedicto XV
llamó una "masacre sin sentido",
trajo como resultado, después de cuatro
largos años, una paz más frágil". "Al recordar este trágico evento -
continuó - Espero
que no se repitan los errores del pasado, pero debería tenerse en cuenta las lecciones de la historia,
cada vez más dominada por las exigencias de la paz a través del diálogo paciente y valiente".
Antes de la oración mariana, el
Papa se detuvo a comentar el Evangelio de hoy (Mateo 13: 44-52), que menciona la parábola del tesoro escondido
y la perla de gran precio. "Ellos - dijo el Papa
- Nos dicen que el descubrimiento del
Reino de Dios puede ocurrir repentinamente como el granjero arando, encuentra
el tesoro inesperado; o después de larga búsqueda, como la perla del mercader, quien finalmente encontró la perla
más preciada tanto tiempo soñada. Pero en un caso y el otro sigue siendo los
datos primarios que el tesoro y la perla valen más que todos los demás activos
y así el agricultor y el comerciante, cuando los encuentre, renunciar a todo lo
demás para tenerlo".
"Así - agregó - es para el Reino de
Dios: quien lo encuentra no tiene
dudas, siente que es lo que estaba buscando, esperando, y que
responde a sus aspiraciones
más auténticas Y realmente
es así: los que conocen a Jesús,
quien lo encuentra personalmente, permanece fascinado,
atraído por tanta bondad, tanta verdad,
tanta belleza, y todo con gran humildad y simplicidad".
"¿Cuántas personas, cuántos santos y santas, leyendo con el corazón
abierto al Evangelio, han quedado
tan impresionado por Jesús, que
se han convertido a Él. Pensemos
en San Francisco de Asís, que ya
era cristiano, pero "en agua de
rosas". Cuando leyó el
Evangelio, en un momento decisivo
de su juventud, conoció a Jesús,
y encontró el Reino de Dios, y
entonces todos sus sueños de gloria
terrenal desaparecieron. El Evangelio te hace conocer a Jesús
verdadero, vivo; te habla al corazón y te cambia la vida. Y ahora, si, deja
todo Puede cambiar efectivamente el tipo de vida o seguir haciendo lo que hacía antes,
pero eres otro, has nacido de nuevo:
has encontrado algo que da sentido, sabor, luz para todo, incluso la fatiga, incluso el sufrimiento, incluso la muerte".
E improvisando, dijo: "Leer el
Evangelio, leer el
Evangelio ¿Recuerdas? Hemos
hablado de ello. Todos los días leer un pequeño pasaje del Evangelio, llevar un
pequeño evangelio en el bolsillo, en el bolso,
en el trabajo....".
Y continuó: "Todo adquiere significado cuando, en el Evangelio, encontramos este
tesoro, que Jesús llamó "el Reino de Dios", es decir, Dios que reina
en tu vida, en nuestras vidas; Dios que es amor, paz y alegría en cada hombre y
en toda la humanidad. Esto es lo que Dios quiere, es por eso que Jesús se
entregó a la muerte de Cruz, para liberarnos del poder de las tinieblas y llevarnos
al reino de la vida, la belleza, la bondad, la alegría. Leer el evangelio es
encontrar a Jesús y conseguir esta alegría cristiana. Que es un don del
Espíritu Santo".
Concluyó señalando que "la
alegría de haber encontrado el tesoro
del Reino de Dios brilla, ya ves.
Los cristianos no pueden ocultar su fe, ya que brilla a
través de cada palabra, cada gesto,
incluso en el más simple, todos los días: refleja el amor que Dios nos ha dado a través de Jesús. Oremos, por intercesión de
la Virgen María, para que venga a nosotros y en todo el mundo
su Reino de amor, justicia y paz".
28/08/2016 13:40
26/02/2022 09:52