El Papa se refirió a Ucrania en el Ángelus: 'Temor por la libertad de los que rezan'

Francisco exhortó a la paz en Oriente Medio y Ucrania y criticó la ley ucraniana que limita la libertad religiosa: "Las Iglesias no se tocan entre sí". Expresó preocupación por la epidemia de viruela del mono en la República Democrática del Congo. Solidaridad con el pueblo de Nicaragua oprimido por el régimen de Ortega.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “Seguimos rezando para que se ponga fin a tantas guerras: Palestina, Israel, Myanmar y muchas otras. Los pueblos piden paz. Oremos para que el Señor nos dé a todos la paz". Después de rezar el último Ángelus del mes de agosto, el Papa Francisco volvió a pedir con fuerza por la paz y que termine la violencia en el mundo, en las mismas horas en que Israel ha lanzado un ataque preventivo contra posiciones de Hezbolá en el Líbano, a lo que, en respuesta, siguió el lanzamiento de 320 cohetes contra 11 emplazamientos israelíes, haciendo temer por la ya tambaleante estabilidad de la región. Esta mañana el primer ministro Benjamín Netanyahu había convocado al gabinete de seguridad.

Desde la ventana del Palacio Apostólico Vaticano, el Santo Padre afirmó también que sigue con dolor "los combates en Ucrania y en la Federación Rusa". Sobre las últimas noticias en este frente, dijo estar preocupado por "la libertad de aquellos que rezan". En Ucrania, en efecto, se ha convertido en ley el texto que, según palabras de Volodymyr Zelensky, refuerza la "independencia espiritual" de los fieles, en contra de la Iglesia ucraniana vinculada al Patriarcado de Moscú. “El que reza verdaderamente, reza siempre por todos. Nadie hace algo malo por rezar. Si alguien hace un mal contra su pueblo, será culpable por eso, pero no puede haber cometido un mal por haber rezado", afirmó Bergoglio. La nueva ley fue aprobada con 265 votos a favor y 25 en contra. “Que dejen rezar a los que quieren rezar dentro de la que consideran su Iglesia. Por favor, que ninguna Iglesia cristiana sea abolida directa o indirectamente. Las Iglesias no se tocan”, añadió.

El Papa también compartió su preocupación por el agravamiento de la epidemia de viruela del mono, que comenzó en la República Democrática del Congo en septiembre de 2023 y ha registrado un aumento de casos. "Deseo expresar mi solidaridad con los miles de personas afectadas por la viruela del mono, que ya constituye una emergencia sanitaria global", dijo Francisco, y afirmó que estaba rezando por los infectados. “Expreso mi cercanía a las Iglesias locales de los países más afectados por esta enfermedad. Y animo a los gobiernos y a las industrias privadas a compartir la tecnología y los tratamientos disponibles para que a nadie falte la atención médica adecuada", añadió, insistiendo en la centralidad del derecho a la salud para todos.

El Papa Francisco recordó también al pueblo de Nicaragua, que padece las medidas opresivas del presidente Ortega, quien también ha ampliado el control público a las actividades religiosas. “Los animo a renovar su esperanza en Jesús. Recuerden que el Espíritu Santo guía siempre la Historia hacia proyectos más elevados. Que la Virgen Inmaculada los proteja en los momentos de prueba y los haga sentir su ternura maternal”, alentó. En efecto, se han llevado a cabo arrestos de religiosos, expulsiones y la introducción de un impuesto sobre los ingresos procedentes de las donaciones de los fieles. “Que Nuestra Señora acompañe al amado pueblo de Nicaragua”, dijo.

Antes de rezar el Ángelus, el Papa había comentado el evangelio del día (Jn 6, 60-69) haciendo especial referencia a las palabras de Pedro: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Jn 6,68). “Es una hermosísima expresión, que da testimonio de la amistad, de la confianza que lo une a Cristo, junto con los demás discípulos”, dijo Francisco. Una amistad difícil de vivir, porque "las decisiones de Jesús muchas veces van más allá de la mentalidad común, más allá de los cánones de la religión institucional y de las tradiciones, hasta el punto de crear situaciones provocativas y embarazosas". Es un desafío que todavía hoy concierne a todas las personas fieles y que sí se puede afrontar a pesar de las dificultades. “Cuanto más cerca estamos de Él – cuanto más nos adherimos a su Evangelio, recibimos su gracia en los Sacramentos, permanecemos en su compañía en la oración, lo imitamos en la humildad y la caridad –, más experimentamos la belleza de tenerlo como Amigo, y nos damos cuenta de que sólo Él tiene palabras de vida eterna".