El Papa pide que se respete el derecho humanitario en Gaza

Nuevo apelo de Francisco en el Ángelus que volvió a pedir también la liberación de los rehenes. "Ya han muerto tantos, por favor, que no se derrame más sangre inocente". A los fieles de todo el mundo la invitación a unirse a la Jornada de Oración y Ayuno convocada por la Iglesia de Tierra Santa para el martes 17 de octubre. Y sobre Nagorno Karabaj: las autoridades y la población local deben respetar los monasterios y lugares de culto, "signo de una fraternidad que hace posible la convivencia en la diferencia".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Un nuevo pedido por la liberación de los rehenes tomados por Hamas, pero también un fuerte llamado al respeto del derecho humanitario en Gaza. Lo ha lanzado hoy el Papa Francisco al final del Ángelus recitado ante los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.

"Continúo siguiendo con tanto dolor lo que sucede en Israel y en Palestina", dijo el pontífice, que ya había lanzado su grito por la paz hace siete días y en la audiencia general del miércoles ante el conflicto en curso entre Hamás e Israel. "Pienso en muchos, en particular en los pequeños y en los ancianos -continuó-. Renuevo el llamado por la liberación de los rehenes y pido con fuerza que los niños, los enfermos, los ancianos, las mujeres y todos los civiles no sean víctimas del conflicto. El derecho humanitario debe respetarse, especialmente en Gaza, donde es urgente garantizar corredores humanitarios y rescatar a toda la población. Hermanos y hermanas -advirtió-, ya han muerto tantos: por favor, no derramen más sangre inocente, ni en Tierra Santa, ni en Ucrania, ni en ningún otro lugar. No más. Las guerras son siempre una derrota, siempre".

Francisco invitó a los fieles de todo el mundo a unirse a la Iglesia de Tierra Santa en la jornada de ayuno y oración convocada para el martes 17 de octubre. "La oración -comentó el Papa- es la fuerza suave y santa que hay que aplicar a la fuerza diabólica del odio, del terrorismo y de la guerra".

Junto al de Tierra Santa, el pontífice también quiso renovar otro llamado sobre la situación en Nagorno Karabaj, la región disputada entre Azerbaiyán y Armenia donde hace unas semanas en una acción militar el ejército azero liquidó la autoproclamada república de Artsakh, haciendo huir a casi toda la población armenia local. "Además de la situación humanitaria de los desplazados, que es grave -dijo el Papa-, quisiera hacer un llamado especial por la protección de los monasterios y lugares de culto de la región. Espero que, a partir de las autoridades y de todos los habitantes de la región, puedan ser respetados y protegidos como parte de la cultura local, expresión de fe y signo de una fraternidad que hace posible la convivencia en la diferencia".

A continuación, Francisco expresó su cercanía a la comunidad judía de Roma, que mañana conmemora el 80 aniversario de la redada nazi, y recordó la exhortación apostólica "C'est la confiance", publicada hoy con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Santa Teresa de Lisieux, Doctora de la Iglesia y patrona de las misiones.

Antes de la oración del Ángelus - comentando el pasaje evangélico en el que Jesús habla del Padre, comparándolo a un rey que prepara un banquete de bodas para su hijo (cf. Mt 22, 1- 14) - invitó a todos a redescubrirse como "huésped de Dios". El Padre -explicó- "nos llama a estar con Él, dejándonos la posibilidad de aceptarlo. No nos propone una relación de sujeción, sino de paternidad y filiación, que está necesariamente condicionada por nuestro libre asentimiento". E incluso ante el rechazo de los que sólo piensan en lo suyo "no se da por vencido, sigue invitando, es más, amplía la invitación, hasta encontrar entre los pobres a los que le aceptan". De ahí la invitación a preguntarse "¿cómo respondo a las invitaciones de Dios? ¿Qué espacio le doy en mi jornada? ¿La calidad de mi vida depende de mis negocios y de mi tiempo libre o de mi amor al Señor y a mis hermanos, especialmente a los más necesitados? Que María, que con un "sí" hizo sitio a Dios -concluyó-, nos ayude a no ser sordos a sus invitaciones".