El Papa en el Ángelus: 'Intolerable violación de los derechos en territorios en guerra'
En el Ángelus de hoy, 32ª Jornada Mundial del Enfermo, Francisco recordó a aquellos que no tienen garantizado el "derecho a los cuidados" y, por tanto, "a la vida". Se refirió especialmente a las personas que viven en "extrema pobreza" y en zonas de guerra, sobre todo en Myanmar, Ucrania, Palestina e Israel. El homenaje a María Antonia de San José, la primera santa argentina, que fue canonizada esta mañana.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Este domingo, en el que se celebra la 32ª Jornada Mundial del Enfermo en memoria de la Beata Virgen María de Lourdes, al terminar el Ángelus el Papa Francisco afirmó que "no podemos quedarnos en silencio" sobre el hecho de que hoy hay tantas personas a las que se les niega el derecho a los cuidados y, por tanto, el derecho a la vida". Este día entonces es una oportunidad para prestar atención especialmente a aquellos que viven "en la extrema pobreza" y en "zonas de guerra". “Allí se violan todos los días los derechos humanos fundamentales. Es intolerable”, insistió, y exhortó a rezar por Myanmar y por todos los pueblos del mundo "martirizados por la guerra", sobre todo los de Ucrania, Palestina e Israel.
Con respecto a la Jornada Mundial del Enfermo - instituida en 1993 por san Juan Pablo II - el Pontífice recordó que este año se "llama la atención sobre la importancia de las relaciones en la enfermedad". En efecto, el tema que se ha elegido es “No es bueno que el hombre esté solo” (Gen 2,18) que el Santo Padre ha desarrolló en el mensaje que se publicó el pasado 10 de enero, titulado “Curar a los enfermos cuidando las relaciones”. “Lo primero que necesitamos cuando estamos enfermos es la cercanía de las personas queridas, de los operadores sanitarios y, en el corazón, la cercanía de Dios.", dijo hoy Francisco, asomado a la ventana del Palacio Apostólico, ante una plaza de San Pedro repleta de fieles y peregrinos que acudieron al Vaticano a pesar de la lluvia. “Todos estamos llamados a estar cerca de los que sufren, a visitar a los enfermos, como nos enseña Jesús en el Evangelio”, continuó. El Papa expresó luego su cercanía y la de la Iglesia a todas las personas enfermas y también a las "más frágiles", y pidió no olvidar cuál es "el estilo de Dios", que se caracteriza por "la cercanía, la compasión y la ternura".
Al comienzo de la reflexión que siguió a la oración mariana, el Papa Francisco había pedido un aplauso para la argentina María Antonia de Paz y Figueroa (1730-1799), conocida como “Mamá Antula”, de quien presidió esta mañana la canonización en la Basílica de San Pedro. Esta es la primera santa originaria del país donde nació y creció Bergoglio. Antes de la ceremonia, el Papa se había reunido con el presidente argentino, Javier Milei, al frente de la delegación que llegó a Roma procedente de Buenos Aires para asistir al histórico evento.
En el comentario sobre el Evangelio de este domingo (Mc 1,40-45) el Santo Padre habló del estilo de Jesús con los que sufren, que se desprende del pasaje del evangelista Marcos: “pocas palabras y hechos concretos”. El Evangelio narra el encuentro entre Jesús y un leproso, que de rodillas le suplica que lo purifique. “¡Lo quiero, queda purificado!” (v. 41) le responde Jesús al enfermo. El Papa señaló que es "una frase muy sencilla, que pone inmediatamente en práctica". En efecto, "en seguida la lepra desapareció y quedó purificado". En el Evangelio, Jesús se comporta del mismo modo con todas las personas que encuentra y están sufriendo. “Habla poco y a las palabras les siguen enseguida las acciones - explicó Francisco -. No se entretiene en discursos o interrogatorios [...]. Más bien demuestra el pudor delicado de quien escucha atentamente y actúa con diligencia, preferiblemente sin llamar la atención". Lo que se describe es "un modo maravilloso de amar", afirmó Bergoglio, y sugirió "imaginarlo" y "asimilarlo".
Esta concreción que se deriva de la sencillez de ponerse a disposición, acompañada de la sobriedad de las palabras, "es tanto más importante en un mundo, como el nuestro, en el que parece que se abre camino, cada vez más, una virtualidad evanescente de las relaciones", añadió. Aquí el amor es ante todo pragmatismo, aderezado con "la donación de tiempo y espacio". El amor "no puede reducirse a hermosas palabras, a imágenes en una pantalla, a selfies de un momento o a mensajes apresurados.", comentó el Papa, agregó que estos últimos son "instrumentos útiles", pero "no pueden reemplazar la presencia concreta". A partir de estas sugerencias, Francisco pidió a los fieles presentes que se preguntaran si tienen la capacidad de escuchar a las personas y si están disponibles "a sus buenas peticiones". O, por el contrario, "pongo excusas, postergo las cosas, me escondo detrás de palabras abstractas e inútiles”. Y nuevamente propuso reflexionar: “¿Cuándo fue la última vez que fui a visitar a una persona sola o enferma?”. El Papa Francisco concluyó el comentario invocando la ayuda de María, "solícita en el cuidado", para que nos anime a "estar dispuestos y ser concretos en el amor".
28/08/2016 13:40