El Papa en el Ángelus: "Celebrar la Navidad con sencillez. Cerca de los que sufren la guerra"

Hoy, cuarto domingo de Adviento y Vigilia, Bergoglio recordó Palestina, Israel y Ucrania: "Pensemos en los que sufren". "No confundamos celebración con consumismo", añadió, proponiendo el camino de la "sencillez" para este periodo.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - En este particular domingo, cuarto de Adviento y víspera de Navidad, el Papa Francisco al final del Ángelus invitó a los fieles oyentes a estar cerca, en este tiempo festivo, de las personas que en todo el mundo sufren a causa de la guerra. "Palestina, Israel y Ucrania", ha recordado esta mañana desde la ventana del Palacio Apostólico Vaticano. Lugares que entran en Navidad sin paz. "Pensamos también en los que sufren la miseria, el hambre, la esclavitud", añadió.

Bergoglio deseó que ésta sea una jornada vivida "en la oración, en el calor del afecto y en la sobriedad". "Permítanme una recomendación: no confundamos fiesta con consumismo", dijo. A continuación, indicó cuál es el camino a seguir en esta Navidad, como cristianos: el de la sencillez. Es decir, "sin derroches y compartiendo con los que carecen de lo necesario o no tienen compañía", dijo. Este domingo, el Santo Padre pidió que Dios, que "tomó para sí un corazón humano", transmita "humanidad al corazón de los hombres".

Al inicio de su discurso, tras el rezo de la oración mariana, Francisco saludó a los oyentes, "romanos y peregrinos de Italia y de varias partes del mundo", dirigiendo un saludo especial a la "delegación de ciudadanos italianos que viven en territorios oficialmente reconocidos como altamente contaminados y que esperan desde hace tiempo su remediación", presentes en gran número en la plaza de San Pedro. Les acompañaba una larga pancarta con la inscripción "Desde los S.i.n. (Lugares de Interés Nacional, ed.) pedimos justicia, recuperación y un avance en la protección del medio ambiente y la salud". "Expreso mi solidaridad con estas poblaciones y espero que su voz sea escuchada", prosiguió el Santo Padre.

Antes del rezo del Ángelus, el Papa comentó la Palabra del día, que presenta la escena de la Anunciación según el evangelista Lucas (Lc 1,26-38). Durante el comentario, la imagen en profundidad fue la de la sombra. En efecto, el Ángel dice a María: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra" (v. 45). La sombra es un elemento de gran valor en la tierra "perennemente soleada" donde vivía la Virgen. Aquí, de hecho, "una nube pasajera, un árbol que resiste la sequía y ofrece cobijo, una tienda hospitalaria traen alivio y protección", explicó. La sombra es, por tanto, "un don que restaura", y el ángel describe así "el modo en que el Espíritu desciende sobre María, que es el modo de Dios", que "actúa siempre como un amor suave que abraza, fecunda y custodia, sin hacer violencia, sin herir la libertad".

La presencia de la sombra habla, explicó el Pontífice, de "la bondad de Dios". Una actitud que durante las fiestas navideñas, como en cada fase de la vida, todas las personas pueden adoptar. "Por ejemplo, cuando entre amigos, novios, esposos, padres e hijos, se es amable y respetuoso, cuidando a los demás", añadió. El Papa Francisco pidió, imitando la bondad de Dios, pensar "en todos", especialmente "en los marginados, también en estos días. Los que están lejos de la alegría de la Navidad". Concluyó planteando a los fieles que escuchaban dos preguntas: en primer lugar, si en esta Nochebuena querrían dejarse "envolver por la sombra del Espíritu, por la dulzura y la mansedumbre de Dios, por la bondad de Dios, haciéndole espacio en el corazón", y después "para qué personas solas y necesitadas podría ser una sombra que restaura, una amistad que consuela".