El Papa en Suecia: católicos y luteranos, una colaboración para la promoción del hombre y de la justicia social
Al concluir la jornada ecuménica, se selló un acuerdo entre Caritas Internationalis y el Lutheran World Federation World Service. “Alepo, ciudad extenuada por la guerra, donde se desprecia y se pisotean incluso los derechos más fundamentales”.
Malmö (AsiaNews) – El diálogo entre católicos y luteranos “ha permitido profundizar el diálogo la comprensión recíproca”, testimoniada, en este viaje del Papa a Suecia, por la oración ecuménica y por la declaración común con los luteranos. Pero el diálogo ha permitido también desarrollar y consolidar una cultura de colaboración para la promoción de la dignidad humana y de la justicia social, manifestada por una declaración común de acuerdos, firmada hoy por Caritas Internationalis y el Lutheran World Federation World Service.
Fue lo que subrayó el Papa Francisco en la última cita de esta jornada de encuentro con los luteranos, motivo de su viaje a Suecia. Como cierre del mismo, hubo un “evento ecuménico” en el Estadio Malmö, durante el cual también fueron evocados los sufrimientos de Alepo.
El Papa llegó a bordo de un automóvil eléctrico, junto al presidente de la Lutheran World Federation, el obispo Munib Yunan, el secretario general Revdo. Martín Junge, y el presidente del Consejo Pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos, Card. Kurt Koch. En el estadio, donde estaban presentes varios miles de personas, hubo cuatro testimonios, seguidos del saludo del Papa. Después de Francisco, el obispo caldeo de Alepo, Mons. Antoine Audo, hizo una exhortación que denominó “Call to action” (Llamado a la acción, ndt), y por último, Caritas Internationalis y la LWF sellaron una declaración de entendimientos, titulada “Together in Hope” (Juntos en la Esperanza, ndt)
En las palabras del Papa se resaltó nuevamente la búsqueda de la unidad entre los cristianos, que fue definida como “una prioridad”, y la afirmación de que “entre nosotros es mucho más lo que nos une que lo que nos separa”.
“El diálogo entre nosotros –prosiguió- ha permitido profundizar la comprensión recíproca, generar mutua confianza y confirmar el deseo de caminar hacia la comunión plena. Uno de los frutos que ha generado este diálogo es la colaboración entre distintas organizaciones de la Federación Luterana Mundial y de la Iglesia Católica. Gracias a este nuevo clima de entendimiento, hoy Caritas Internationalis y el Lutheran World Federation World Service firmarán una declaración común de acuerdos, con el fin de desarrollar y consolidar una cultura de colaboración para la promoción de la dignidad humana y de la justicia social. Saludo cordialmente a los miembros de ambas organizaciones que, en un mundo fragmentado por guerras y conflictos, han sido y son un ejemplo luminoso de entrega y servicio al prójimo. Los exhorto a seguir adelante por el camino de la cooperación”.
Refiriéndose a los testimonios, Francisco dijo compartir la “consternación por los abusos que dañan nuestro planeta, nuestra casa común, y que también generan graves consecuencias sobre el clima”. “Todos somos responsables de la preservación de la creación, y de modo particular nosotros los cristianos. Nuestro estilo de vida, nuestros comportamientos deben ser coherentes con nuestra fe. Estamos llamados a cultivar una armonía con nosotros mismos y con los demás, pero también con Dios y con la obra de sus manos.”.
El Papa luego quiso “agradecer a todos los gobiernos que asisten a los refugiados, a todos los gobiernos que asisten a los desplazados y a los que solicitan asilo, porque todas las acciones en favor de estas personas que tienen necesidad de protección representan un gran gesto de solidaridad y de reconocimiento de su dignidad. Para nosotros cristianos, es una prioridad salir al encuentro de los desechados –porque son desechados de su patria- y marginados de nuestro mundo, y hacer palpable la ternura y el amor misericordioso de Dios, que no descarta a nadie, sino que a todos acoge”.
Al final hizo una mención particular del obispo Antoine, “que vive en Alepo, ciudad extenuada por la guerra, donde se desprecia y se pisotean incluso los derechos más fundamentales. Las noticias nos refieren cotidianamente el inefable sufrimiento causado por el conflicto sirio, por el conflicto de la amada Siria, que dura ya más de cinco años. En medio de tanta devastación, es verdaderamente heroico que permanezcan allí hombres y mujeres para prestar asistencia material y espiritual a quien tiene necesidad. Es admirable también que tú, querido hermano Antoine, sigas trabajando en medio de tantos peligros para contarnos la dramática situación de los sirios. Cada uno de ellos está en nuestros corazones y en nuestra oración. Imploremos la gracia de la conversión de los corazones de quienes tienen la responsabilidad de los destinos de aquella región del mundo”.
01/11/2016 13:13
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