El Papa en Palestina, israelíes y palestinos encuentren "el coraje de la paz" para crear 2 Estados
Belén (AsiaNews)- Israelíes y palestinos encuentren "el coraje de la paz, que se apoya en el reconocimiento de parte de todos del derecho a los 2 Estados para existir y gozar de la paz y de la seguridad dentro de los confines internacionalmente reconocidos". En el segundo día de su viaje a Tierra Santa, llegado a Belén de Amman, el Papa francisco se dedicó al "coraje de la paz", las palabras dirigidas al presidente palestino Mahamoud Abbas, a las autoridades y a los representantes del cuerpo diplomático.
Belén aparece casi desierta: los cristianos, pero también numerosos musulmanes están en el breve trayecto que recorre el cortejo papal y en la plaza del Pesebre, donde el Papa celebrará la misa.
La paz, entonces, una paz que, en las palabras del Papa exige coraje, respeto de los derechos humanos, comprendida la libertad religiosa, disponibilidad de cada de las partes a renunciar "a algo" y que "se eviten de parte de todos iniciativas y actos que contradigan la declarada voluntad de alcanzar un verdadero acuerdo".
Para dar concreta evidencia a la necesidad de la paz, el recorrido que lleva al papa del palacio presidencial a la plaza del Pesebre pasa al lado de un alto muro, con encima unas torrecitas, que rodean la tumba de Raquel, controlada por los israelíes. Delante del muro el Papa se detiene y se queda unos minutos en silencio.
"El Medio Oriente-dice el Papa- de hace decenios vive las dramáticas consecuencias del arrastrar un conflicto que produjo tantas heridas difíciles de marginar y, que también cuando afortunadamente no termina en violencia, la incertidumbre de la situación y la incomprensión entre las partes producen inseguridad, derechos negados, aislamiento y éxodo de enteras comunidades, divisiones y sufrimientos de todo tipo"
"En el manifestar mi cercanía a cuántos sufren mayormente las consecuencias de tal conflicto, quisiera decir desde lo profundo de mi corazón que es hora de poner fin a esta situación, que se vuelve cada vez más inaceptable, y esto es por el bien de todos. Se redoblen entonces los esfuerzos y las iniciativas dirigidas a crear condiciones de una paz estable, basada en la justicia, en el reconocimiento de los derechos de cada uno y en la recíproca seguridad. Llegó el momento para todos de tener el coraje de la generosidad y de la creatividad al servicio del bien, el coraje de la paz, que apoya en el reconocimiento por parte de todos del derecho de dos Estados a existir y gozar de paz y seguridad dentro de los confines internacionalmente reconocidos".
"Deseo y auguro vivamente que a tal fin se eviten por parte de todos iniciativas y actos que contradigan la declarada voluntad de alcanzar un verdadero acuerdo y que no se cansen de perseguir la paz con determinación y coherencia. La paz traerá consigo innumerables beneficios para los pueblos de esta región y para el mundo entero. Es necesario entonces encaminarse resueltamente hacia ella, también renunciando cada uno a algo. Deseo a los pueblos palestinos e israelíes y a las respectivas Autoridades el reiniciar este feliz éxodo hacia la paz con el coraje y aquella firmeza necesarios para cada éxodo.. La paz en la seguridad y la mutua confianza se convertirán el cuadro de referencia estable para enfrentar y resolver modelo para otras zonas en crisis".
"Me es querido hacer referencia a la activa comunidad cristiana, que ofrece su significativa contribución al bien común de la sociedad y que participa a las alegrías y sufrimientos de todo el pueblo. Los cristianos intentan continuar desarrollando este rol de ellos como ciudadanos a pleno derecho, junto a los otros conciudadanos considerados como hermanos".
Como ya ayer en Amman, el Papa Francisco, al final, reivindica el rol de las comunidades cristianas y pide respeto por la libertad religiosa. "Señor Presidente-de hecho dice- Usted es conocido como hombre de paz y artífice de paz. El reciente encuentro en el Vaticano con Ud. Y mi actual presencia en palestina atestiguan las buenas relaciones existentes entre la Santa Sede y el Estado de Palestina, que deseo puedan ulteriormente incrementarse para el bien de todos. A tal respeto expreso mi apreciación para el compromiso dirigido para elaborar un Acuerdo entre las Partes, en lo que se refiere a los diversos aspectos de la vida de la Comunidad católica, con especial atención hacia la libertad religiosa. El respeto de este fundamental derecho humanos es, de hecho una de las condiciones irrenunciables de la paz, de la hermandad y de la armonía; dice al mundo que es deber y posibilidad el encontrar un buen acuerdo entre culturas y religiones diferentes; testimonia que las cosas que tenemos en común son tantas e importantes que es posible individuar un camino de convivencia serena, ordenada y pacífica, en la acogida de las diferencias en la alegría de ser hermanos porque hijos de un único Dios"
"Señor Presidente, queridos amigos reunidos aquí en Belén, Dios omnipotente los bendiga, los proteja y les conceda la sabiduría y las fuerzas necesarias para llevar adelante el camino lleno de coraje de la paz, de modo que las espadas se transformen en arados y esta Tierra pueda volver a florecer en la prosperidad y en la concordia, ¡Salam!
14/01/2017 14:05
