El Papa dona 10 mil dólares para los emigrantes yemenitas en Jeju

La llegada de unos 500 escapados que piden asilo en la isla surcoreana, dividió a la sociedad civil. El obispo local, Mons. Pietro Kang U-il, se puso en primera línea para acogerlos e integrarlos. El nuncio Mons. Xuereb visita la diócesis y lleva la solidaridad del Papa Francisco al prelado.

Jeju (AsiaNews)- El Papa Francisco donó 10 mil dólares para ayudar a los que piden asilo, los yemenitas están bloqueados por el gobierno surcoreano en la isla de Jeju. La suma fue llevada al obispo local, Mons. Pietro Kang U-il, por el Nuncio apostólico en Corea y Mongoli, Mons. Alfred Xuereb, el diplomático quiso encontrarse con los refugiados, almorzando con ellos y celebró la misa en la catedral con el obispo diocesano: El trabajo de Mons. Kang está en total línea con las indicaciones del pontífice”.

En la isla de Jeju, la controversia sobre la emigración explotó con la llegada de Yemen de más de 500 solicitantes de asilo, llegaron a través de un programa para la promoción del turismo que permite entrar en Corea del Sur sin visa. La llegada de éstos provocó temores por la seguridad y por un posible abuso del sistema de asilo para ventajas económicas. Desde el 30 de abril, el gobierno surcoreano impide a los yemenitas dejar la isla y poder ir a otras zonas del país. Desde el 1 de junio, Yemen entró en la lista de los 11 países cuyos ciudadanos están excluidos del ingreso sin visa,

El obispo local escribió una carta pastoral en la cual define el rechazo de los emigrantes como “un crimen que afecta a las responsabilidades últimas de cada ser humano”. Según Mons. Xuereb, la visita a Jeju tiene una finalidad precisa: “Poner en práctica un deseo del Papa Francisco, que quiere apoyar a Mons. Kang. Lo obrado por este prelado está en perfecta armonía con las enseñanzas y con los documentos del Papa sobre los refugiados.

Antes de volver a Seúl, el arzobispo- entró en su cargo en mayo pasado, sucediendo a Mons. Padilla, que se había jubilado-se detuvo en el Parque de la paz “3 de abril”. El lugar conmemora a las víctimas de los enfrentamientos entre militares y civiles que sucedieron en los años entre 1948 y 1953, los años de la división ideológica interna dentro de Corea, apenas liberada de la dominación japonesa.