El Papa crea un Instituto para las ciencias del matrimonio y de la familia
Toma el lugar de aquél que fundara Juan Pablo II. Adecuarse al camino realizado por la Iglesia con los sínodos del 2014 y 2015, y con la Exhortación apostólica post-sinodal Amoris laetitia del 2016.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – El Papa Francisco ha cerrado el Instituto para Estudios sobre Matrimonio y la Familia, originariamente promovido por Juan Pablo II y lo ha sustituido por el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia. La decisión fue explicada por Francisco mismo, quien se refirió a la voluntad de “mirar, con un intelecto de amor y con sabio realismo, a la realidad de la familia, hoy, en toda su complejidad, con sus luces y sus sombras”.
Es lo que se lee en la Carta Apostólica Summa Familiae Cura del Papa Francisco, bajo la forma Motu Proprio, con la cual se instituye el nuevo Instituto que, vinculado a la Pontifica Universidad Lateranense, sucede –sustituyéndolo y dando lugar al cese de sus actividades- a la institución de Juan Pablo II.
En el documento, que está fechado el 8 de septiembre de 2017 pero que fue publicado hoy, se afirma que, en comparación a cuando Juan Pablo II dio lugar al Instituto teológico (1982), “la Iglesia ha efectuado un ulterior camino sinodal” con las asambleas del 2014 y del 2015. “El cumplimiento de este intenso camino ha sido la Exhortación apostólica post-sinodal Amoris laetitia, publicada el 19 de marzo de 2016”.
Es un proceso, escribe Francisco, que “ha conducido a la Iglesia a una nueva conciencia”. “La centralidad de la familia en los caminos de “conversión pastoral” de nuestras comunidades y de ‘transformación misionera de la Iglesia” exige que –incluso a nivel de formación académica-, en la reflexión sobre el matrimonio y sobre la familia, nunca se subestime la prospectiva pastoral y la atención a las heridas de la humanidad. Así como una fructífera profundización de la teología pastoral no puede ser llevada adelante descuidando el peculiar perfil eclesial de la familia, por otro lado, no se le escapa a la misma sensibilidad pastoral de la Iglesia el precioso aporte del pensamiento y de la reflexión que indagan, del modo más profundo y riguroso, la verdad de la revelación y la sabiduría de la tradición de la fe, en vista de su mejor inteligencia en el tiempo presente. «El bien de la familia es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia. […] Y saben prestar atención a la realidad concreta, porque los reclamos y los llamados del Espíritu resuenan también en los acontecimientos mismos de la historia, a través de los cuales la Iglesia puede ser guiada a una inteligencia más profunda del inagotable misterio del matrimonio y de la familia»”.