El Papa al G20 de Río: "La codicia que alimenta el hambre en el mundo es un homicidio"
Mensaje del pontífice a los líderes de los países más industrializados reunidos en Brasil: "Hay alimento para todos en el planeta, se deben promover inversiones para ayudar a los pobres a satisfacer sus necesidades primarias". "Renunciar al gasto en armas y crear un fondo de desarrollo global". No a proyectos "impuestos desde arriba o por entidades que sólo buscan sus propios intereses o beneficios".
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “La aceptación silenciosa del hambre por parte de la sociedad humana es una escandalosa injusticia y una ofensa grave. Aquellos que, mediante la especulación y la avaricia, provocan el hambre y la muerte de sus hermanos y hermanas de la familia humana, cometen indirectamente un asesinato que les es imputable"
El Papa Francisco dirigió un menseje a los líderes de los países del G20 - el grupo de las mayores economías del mundo - reunidos en Río de Janeiro para la cumbre anual, que este año tiene lugar Brasil. En el texto que leyó hoy el Card. Pietro Parolin, Secretario de Estado vaticano, durante la primera sesión de trabajo - el pontífice vuelve a denunciar la plaga del hambre, junto con la gran paradoja de que en el mundo actual 3 mil millones de personas "no tienen acceso a una dieta nutritiva", mientras que otros 2 mil millones “tienen sobrepeso u obesidad debido a una alimentación incorrecta”.
Contradicciones que las guerras no hacen más que exacerbar: "Los conflictos armados - recuerda Francisco - no sólo son responsables de un número significativo de muertes, de desplazamientos masivos y de degradación del medio ambiente, sino que también contribuyen al aumento del hambre y la pobreza, tanto directamente en las zonas afectadas como indirectamente en países situados a cientos o miles de kilómetros de las zonas de conflicto, sobre todo debido a la interrupción de las cadenas de suministro. Las guerras siguen ejerciendo una presión considerable sobre las economías nacionales, especialmente debido a la exorbitante cantidad de dinero que se gasta en armas y armamentos”.
Por eso el Santo Padre llama a "una acción inmediata y decisiva", que "se debe emprender de manera conjunta y colaborativa, con la participación de toda la comunidad internacional". Para el Papa, la eliminación de la desnutrición no se puede lograr "aumentando simplemente la producción mundial de alimentos", puesto que ya habría "suficiente para alimentar a todas las personas de nuestro planeta". Se trata más bien de una cuestión de distribución justa y de "inversiones que ayuden a los pobres y hambrientos a satisfacer sus necesidades básicas".
A los grandes de la tierra, llamados a hacer concreta su "Alianza global contra el hambre y la pobreza", el Papa recuerda la propuesta que presentó hace tiempo la Santa Sede, que supone reorientar los fondos actualmente destinados a armas y otros gastos militares hacia un fondo global destinado a abordar el hambre y promover el desarrollo en los países más empobrecidos. “Este enfoque - escribe Francisco - ayudaría a evitar que los ciudadanos de estos países se vean obligados a recurrir a soluciones violentas o ilusorias, o a abandonar su país en busca de una vida más digna”.
Pero el pontífice también pide que se respete la vida concreta de las comunidades locales en el desarrollo de estrategias para luchar contra el hambre. “La riqueza cultural y las tradiciones de los pueblos no se pueden ignorar ni destruir en nombre de un concepto estrecho y miope de progreso. En ese caso - advierte - se corre el riesgo de convertirlo en sinónimo de colonización ideológica", con intervenciones y proyectos "impuestos desde arriba o por entidades que sólo buscan sus propios intereses o beneficios".
“Por su parte - añade - la Santa Sede seguirá promoviendo la dignidad humana y aportando su contribución específica al bien común, ofreciendo la experiencia y el compromiso de las instituciones católicas de todo el mundo, para que en nuestro mundo ningún ser humano, como persona amada por Dios, sea privada de su pan de cada día. Que Dios todopoderoso - concluye el Papa dirigiéndose a los líderes del G20 - bendiga abundantemente vuestras obras y vuestros esfuerzos para el auténtico progreso de toda la familia humana".
21/11/2017 11:49
27/07/2021 12:26