El Papa Francisco se encuentra con los obispos de Hong Kong y Macao, en visita ad limina. China y los jóvenes

de Bernardo Cervellera

La visita ad limina de los dos territorios no se realizaba desde hacía 10 años. Ayer el encuentro con el Card. Parolin, Secretario de Estado. Es necesario continuar el diálogo con China, aunque existan cosas sobre las cuales “no se está de acuerdo”. Rezar por el Papa, por la Iglesia en China y “por todos aquellos que han sacrificado la vida por la fe”. La impaciencia de los jóvenes, frustrados por la falta de perspectivas y de libertad.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Esta mañana el Papa Francisco se encontró con los obispos de Hong Kong y Macao, que están en Roma para su visita ad limina. Se trata de Mons. Michael Yeung Ming-cheung, Obispo ordinario de Hong Kong; Mons. Joseph Ha Chi-shing, ofm, obispo auxiliar del territorio; Mons. Stephen Lee Bun-sang, obispo de Macao. La precedente visita ad limina de los pastores de los dos territorios chinos, fue hace 10 años, con el Card. Joseph Zen por Hong Kong y Mons. José Lai por Macao. Otra visita ad limina (que se realiza cada 5 años) programada para el año 2013, no se pudo realizar por dificultades de agenda, después de la dimisión de Benedicto XVI y la llegada del Papa Francisco. Ayer los obispos se encontraron con el Card. Parolin, Secretario de Estado. Con él y con el pontífice ellos han hablado sobre los diálogos en curso con el gobierno chino. AsiaNews pudo entrevistar a Mons. Yeom después del encuentro con el Papa.

Paciencia con China

“Sobre China, la posición vaticana es clara”, explica el obispo de Hong Kong. “El Vaticano no quiere irritar a ninguno; no quiere hacer movidas equivocadas (para la Iglesia), pero al mismo tiempo debe hacer algo por el bien de la Iglesia y de la sociedad china”.

Partiendo del diálogo (y la guerra) comercial en acto entre los EEUU y China, él agrega: “Para la cuestión religiosa es un poco como en las cuestiones comerciales. EEUU y China van adelante, estando de acuerdo sobre algunas cosas, en desacuerdo en otras, pero continúan dialogando. También para nosotros es igual: se necesita continuar dialogando. Las relaciones diplomáticas no se establecen en una noche. Aquellas entre el Vaticano y los EEUU, o entre el Vaticano y Gran Bretaña requirieron casi 200 años… Todos debemos tener paciencia. China tiene 5 mil años de historia y para el diálogo con ella se necesita tiempo. Hay cosas sobre las cuales estamos de acuerdo y hay otras en las cuales estamos en desacuerdo”.

“El Papa-concluye- nos pidió que recemos. Nosotros queremos rezar por él, por la Iglesia en China y por todos aquellos que han sacrificado sus vidas por la fe en China, para que también nosotros estemos listos para sacrificar nuestras vidas por el Evangelio”.

La impaciencia de los jóvenes

Otro tema que le interesa a Mons. Yeom es el de los jóvenes. Él subraya cómo muchos de ellos en Hong Kong son penalizados desde el punto de vista del trabajo y de las casas, demasiado caras, que no permiten formar familia o si se casan, están obligados a vivir en habitaciones pequeñísimas junto a los padres y hasta con los abuelos. Mons. Yeom tiene mucho aprecio por los jóvenes que han participado en las manifestaciones de Occupy Central, el sit-in por la democracia que duró más de dos meses. Al mismo tiempo él agrega: “Nuestros jóvenes son víctimas del desarrollo económico, viven una gran frustración porque piden más libertad y más justicia. Pero son impacientes, tratan de obtener una gratificación inmediata. Pero no se puede plantar un árbol por la mañana y cosechar los frutos a la noche. Es urgente lograr y estar cerca de los jóvenes para ayudarlos a discernir, ayudarlos en la vida cotidiana para que comprendan y vivan la llamada de Jesús. Es necesario ayudarlos a madurar en un espíritu que les dé a ellos la fuerza para ir adelante”.

Mons. Yeom, que tiene 73 años, pidió al Papa el poder pronto poder dimitir del oficio episcopal, para dedicarse en el compromiso con Caritas de Hong Kong. “El Papa-dice- es muy dulce y comprensivo”.

(En la foto: Mons. Yeom, en el centro junto a Mons. Steven Lee)