El Papa Francisco conmovido delante de dos testigos de las persecuciones: "Hoy hemos tocado a los mártires"
Tirana (AsiaNews)- El anciano sacerdote ha apenas terminado de hablar. El Papa se levanta, lo abraza, le besa las manos y después apoya su cabeza en la frente del sacerdote y permanece así por varios momentos y en silencio (v. foto). El p. Ernest Simoni Troshani, 84 años, había contado brevemente, su arresto al inicio de la dictadura maoísta, su prisión por 18 años (en la pared él había escrito: "para mí vivir es Cristo"), luego los trabajos forzados. Algunas veces fue torturado casi hasta morir porque-como le decían sus torturadores- "no dejaba de nombrar a Cristo".
Después de él, la hermana María Kaleta, religiosa estigmatina de 85 años cuenta sobre su alegría por su vocación y por sus sufrimientos después de la clausura de su convento; su conservar la fe ayudando a otros. Por años fue condenada a trabajos forzados, arriesgando, a veces la vida porque bautizaba de escondidas a los niños que sus madres pedían. Por decenios deseó "poder participar de una santa misa". En el introducir su testimonio, el presentador le dijo al Papa: "Querido Papa Francisco, podíamos donarte, regalarte tantas flores, tantas cosas, pero preferimos donarte dos testimonios de martirio". Y a Francisco pareció agradarle el regalo. En el momento de la homilía, dejó de lado el discurso preparado- en el cual pedía que se rezara por las nuevas vocaciones y pedía que se colaborase en la evangelización en la unidad entre sacerdotes, laicos, religiosos misioneros y comentó el versículo de la breve lectura de las vísperas apenas recitado (2 Cor. 1, 3-4). Y concluyó con las palabras: "hoy hemos tocado a los mártires".
Preparándose al viaje- dijo Francisco- él confesó una sorpresa. "no sabía que vuestro pueblo había sufrido tanto. Luego, hoy, en el camino hacia el aeropuerto hasta la plaza (vi) todas las fotografías de los mártires, Se ve que este pueblo tiene memoria de aquellos que han sufrido tanto. Un pueblo de mártires.
Hoy al inicio de esta celebración, le tocó dos. Lo que yo puedo decirles es que lo que ellos han dicho con sus vidas. Dijeron esto con palabras simples, pero tan dolorosas.
¿Cómo hicieron a sobrevivir a tanta tribulación? Nos dirán que Dios Padre misericordioso y Dios de toda consolación fue Él, quién nos consoló".
"El Señor- prosiguió- consoló también a estos dos testigos. Tanta buena gente, las monjas de clausura, rezaban por ellos... Es un misterio que el señor responde a la pregunta, que consuelen al pueblo. El Señor consuela humildemente y de escondido. Consuela en la intimidad del corazón y en la fortaleza. Ellos no se vanaglorian de esto que han vivido porque el Señor les dio la fuerza para ir adelante. Pero nos dicen algo: que para nosotros que estamos llamados por el Señor para seguirlo de cerca, la única consolación viene de Él.
Y delante de los miles de sacerdotes, religiosos, religiosas, novicias, seminaristas, agregó: ¡Ojo! A nosotros si no buscamos otra consolación, tratando de buscar la consolación lejos del señor"
"No quiero pegarles hoy- dijo suscitando la sonrisa entre los que escuchaban-, no quiero ser un verdugo para ustedes, pero sepan que si ustedes buscan consolación en cualquier otra parte, no serán felices. Es más, no podrás consolar a nadie porque tu corazón no está abierto a la consolación del Señor".
Y concluyó. "Es lo que han hecho estos dos: humildemente, sin pretensiones, un servicio para nosotros, consolándonos. Y nos dicen: somos pecadores, pero el Señor estuvo con nosotros. Este es el camino, no pierdan el coraje, no desfallezcan. Y volviendo a casa pensamos: "Hoy hemos tocado a los mártires".
La visita al centro Betania
Después del encuentro con los sacerdotes y las personas consagradas, el pontífice se dirigió al centro Betania en Bubq Fushe-Kruje, a unos 30 km de Tirana. El centro acoge a niños abandonados o necesitados de curaciones, gracias a las obras de voluntarios y personal cristiano y musulmán.
El pontífice subrayó en este aspecto, que "testimonia que es posible una convivencia pacífica y fraterna entre personas pertenecientes a diferentes etnias y a diversas confesiones religiosas. Aquí las diferencias no impiden la armonía, la alegría y la paz, es más se convierten en ocasión para una más profundo conocimiento y comprensión recíproca. Las diversas experiencias religiosas se abren al amor respetuoso y eficaz hacia el prójimo; cada comunidad religiosa se expresa con el amor y no con la violencia, ¡no se avergüenzan de la bondad!".
Francisco comenta luego una frase usada por un joven, Mirjan-Paolo que creció en el centro y creció como cristiano, a propósito de los voluntarios presentes: "De hace 15 años se sacrifican con alegría y por amor a Jesús y por amor a nosotros".
Es una frase- dijo Francisco- que revela cómo el donarse por amor a Jesús, suscite alegría y esperanza, y como el servir a los hermanos se transforme en el reinar junto a Dios. Estas palabras de Mirjan-Paolo pueden parecer formales o paradoxales a tanta parte de nuestro mundo, que tiene dificultad en comprenderlas y trata afanosamente en las riquezas terrenas, en el poseer y en el divertirse y aturdirse. El secreto de una existencia lograda es en cambio, amar y donarse por amor".
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