El Papa Francesco a Yangon, ‘esperanza y confianza’ para los peregrinos Kachin marcados por la guerra

de Paolo Fossati

Mujeres Kachin: “Con la bendición del Papa, las dificultades que afligen a nuestras tierras desaparecerán. El futuro será mejor”. Líder de un pueblo: “El Santo Padre traerá la paz a Kachin y a todo Myanmar”. Entre los peregrinos también habrá protestantes bautistas. De nuestro enviado.

Yangon (AsiaNews)- Esperanza: los peregrinos que esta mañana llenan los locales de la parroquia san Antonio en Yangon, piden que la visita apostólica del Papa Francisco les traiga esperanza.

Los peregrinos llegados desde el norte después de días de camino, necesitan un poco de hospitalidad: una estera o una frazada en el suelo, dispuestos ordenadamente simplemente sobre la tierra de los edificios parroquiales y en el exterior de la iglesia (foto 3). Mujeres y hombres están separados. Ellos son en su mayoría Kachin, pero hay también Chin y hasta unos bautistas. “Con la bendición del Papa, las dificultades que afligen a nuestras tierras desaparecerán-declaran algunas mujeres (foto 1). El futuro será mejor y habrá paz”. Las mujeres Kachin están seguras que el Papa Francisco contará al mundo nuestra situación, que sus palabras serán de ayuda a todos los evacuados del conflicto del norte de Myanmar.

Los Kachin son una de las etnias que desde hace años sufre por una guerra civil entre el ejército birmano y el pequeño, pero valiente ejército local que defiende su tierra y sus aguas de las expropiaciones y de la explotación. Las tensiones han generado centenares de miles de refugiados o evacuados.

La iglesia de san Antonio, que atiende a 7.500 parroquianos, acogió ya a unos 3.500. Sein Htun, párroco de la iglesia, organizó para ellos dos misas matutinas, mientras que por la tarde los peregrinos se reúnen para la adoración eucarística. “Encontrar al Santo Padre les da mucha confianza para el futuro”, afirma el sacerdote.

Maran Bawk Naw (foto 2), líder católico del pueblo de Edin es jefe de una delegación de 120 fieles, narra sentado entre su gente: “La guerra puso de rodillas, arruinado nuestra economía. Esto tuvo repercusiones también sobre nuestra iglesia. Las donaciones son casi imposibles y es difícil ayudar a todos nuestros hermanos. Estamos aquí para recibir la bendición del Santo Padre, que traerá paz a Kachin, pero también a todo Myanmar.

La esperanza llena los corazones y la espera de los 2.500 peregrinos que han encontrado hospitalidad en la parroquia de los santos Pedro y Pablo. La iglesia, construida hace 8 años gracias a los fondos que han enviado un grupo de sacerdotes franceses y tiene una estructura o forma insólita: representa un tambor y una flauta, instrumentos tradicionales de los pueblos Kharen. Las camas para los peregrinos llegados aquí están subdivididas por diócesis: Kalay, Loikaw, Mandalay, Kalay, Pekhon, Kengtung y otras tantas. Dentro de la iglesia, algunos jóvenes preparan las decoraciones floreales para colocar sobre el altar. En el patio afuera del templo, sor Christin Hkaun Htoi junto a algunos jóvenes Kachin (foto 4) se preparan para recibir a los fieles que en pocas horas llegarán.