El Mundo turco en lugar del Mundo ruso
De la educación a la política exterior, crecen las actividades de cooperación de la Organización de Estados Turcos. En los antiguos países soviéticos de Asia Central, Erdogan es cada vez más popular. Mientras sigue en pie el proyecto -ya iniciado en Kazajistán bajo Nazarbaev- de sustituir el alfabeto cirílico por el latino, más cercano a la fonética turca.
Astana (AsiaNews) - La intensificación de las actividades y proyectos de los países pertenecientes a la Organización de Estados Turcos (OTG) está provocando muchas reacciones y comentarios sobre la posibilidad de formar un contrapeso eficaz a la influencia tradicional de Rusia en Asia Central. La reciente propuesta de unificar el alfabeto túrquico con letras latinas en lugar de cirílicas, vista como un paso decisivo hacia la «descolonización», es uno de los temas más debatidos junto con muchos otros, entre ellos el regreso del tigre túrquico a las estepas kazajas.
Los medios de comunicación locales e internacionales, como el británico The Economist, que escribe sobre el continuo acercamiento de Turquía a Asia Central, citando los recientes «Juegos Nómadas» con la participación de 89 países en Astana, un proyecto típicamente «turco», intervienen en estas cuestiones. Los países implicados son, obviamente, Turquía y los cuatro países más explícitamente turcos de la región, Kazajistán, Kirguizistán, Uzbekistán y Turkmenistán, así como Azerbaiyán y varias partes de la propia Rusia y China. Según el artículo, «la idea de una identidad turca común asustaba mucho a los soviéticos, y lo mismo ocurre hoy con rusos y chinos».
La Otg se está convirtiendo cada vez más en una herramienta para desarrollar la cooperación en muchos ámbitos, desde la educación hasta la política exterior. Muchas instituciones y organizaciones se están «reformulando reduciendo la presencia de rusos», como comenta la profesora de la Universidad de Harvard Nargis Kasenova, de origen kazajo. Por supuesto, el Estado que más hace por sustituir a Rusia en la región es Turquía, que aumenta anualmente su balanza comercial con los demás países túrquicos hasta casi 13.000 millones de dólares el año pasado.
En los Juegos Nómadas, una gran ovación saludó el discurso de Bilal Erdogan, hijo del presidente de Turquía y ejecutivo deportivo, una función clásica del ascenso a la cima de la política en estos países. La propia personalidad de Recep Tayyip Erdogan es muy venerada en Asia Central, al menos tanto como criticada en Occidente. La confianza en Moscú, por otra parte, ha caído en picado desde la invasión de Ucrania, como afirma Kasenova, aunque «altos funcionarios de Kazajstán y otros países intentan no irritar al Kremlin, pero en conversaciones privadas expresan su decepción por las exigencias de Moscú».
También se buscan suministros militares para reducir la dependencia de Rusia, y Turquía desempeña un papel crucial en ello. The Economist recuerda que en 2020, Azerbaiyán utilizó drones turcos en la guerra de Nagorno Karabaj, y otros países también han comprado cantidades considerables. Kazajistán incluso firmó un acuerdo con Ankara para producir drones Anka en su territorio.
La influencia de Moscú sigue siendo considerable, por ejemplo en la exportación de petróleo kazajo, cuyo 80% se entrega a través de territorio ruso, por no hablar del tráfico de Internet, que pasa casi en su totalidad por Rusia. Kazajstán y Kirguistán son miembros de la Organización de Seguridad Colectiva Csto, la alianza militar postsoviética con base en Moscú, abastecida casi en su totalidad por armamento ruso. La propaganda rusa insiste a menudo en acciones represivas contra la población rusoparlante de Kazajstán, amenazando con posibles acciones en las regiones septentrionales, como ya ha ocurrido en Ucrania.
Sin embargo, el proyecto, aún iniciado bajo la presidencia de Nursultan Nazarbaev, de adoptar el alfabeto latino a partir de 2025 sigue en pie. El principal argumento se centra en la distorsión de la fonética turca en el uso del cirílico, y el cambio al alfabeto latino permitiría además a estos países estar más integrados en la economía mundial, abriéndoles un mayor acceso a la tecnología y a las innovaciones científicas. Por otro lado, el cambio de alfabeto requiere grandes inversiones de cientos de millones de dólares, y es poco probable que se haga realidad antes de 2030, suponiendo que no se produzca antes un retorno de la dominación imperial rusa sobre las tierras de Asia Central.
04/04/2019 16:04
18/02/2022 14:28