El Islam ruso apoya la guerra de Putin
Es una acción armada contra los fascistas y parásitos de Ucrania, según declaraciones del muftí supremo de Rusia. En el discurso se retoma la retórica propagandística del Kremlin. Las posiciones son similares a las del patriarca ortodoxo Kirill. La mayoría de los soldados rusos que combaten contra Kiev son de fe islámica.
Moscú (AsiaNews) - El muftí supremo de Rusia, Talgat Tadžuddin, celebró la fiesta de ʿĪd al-aḍḥā, en Ufa, capital de la región tártara de Baskortostán. Esta festividad, que en ruso recibe el nombre de Kurban-Bajram, conmemora el sacrificio de Isaac. En su homilía, el muftí apoyó abiertamente las razones de la guerra rusa en Ucrania. Con motivo de la conclusión de la gran peregrinación a La Meca, declaró que dicha guerra debe ser "librada hasta el final, para que no quede ningún fascista o parásito a nuestro lado, porque para ellos no bastan los insecticidas, es como una plaga parda, y rogamos que el Altísimo nos libre de ella".
Tadžuddin ya había apoyado la guerra en los últimos meses; por ejemplo, cuando declaró en marzo que los musulmanes de todo el mundo "están a favor de la paz, y nadie está contento con la guerra, pero la operación especial en Ucrania es una medida necesaria". Ahora el muftí ha ido mucho más allá de esas declaraciones, expresándose en un tono particularmente agresivo.
Precisó que "cuando tu vecino está infestado de alimañas, una horda de nacionalistas y neonazis, que en el transcurso de nada menos que ocho años (el doble de tiempo que la Gran Guerra Patriótica) han estado trabajando sistemáticamente para el derramamiento de sangre y el genocidio en la muy sufrida tierra del Donbass, no podemos sentarnos a mirar, la indiferencia sería algo inaceptable". El uso de una terminología específica en las invectivas contra los ucranianos revela una fuerte presión del Kremlin. Estas declaraciones de patriotismo islámico sirven además para contrarrestar la situación de los tártaros del Volga, cuyo ímpetu separatista sin duda ha sido reactivado por la guerra ucraniana.
El líder de los musulmanes rusos atacó a Estados Unidos, agregando que todos los demás países de Occidente se pliegan a esta nación: "Esta tradición mentirosa y envidiosa de Occidente contra nuestra nación grande, unida y poderosa, se repite prácticamente cada siglo". En sus declaraciones, Tadžuddin superó con creces las proclamas del patriarca ortodoxo de Moscú Kirill (Gundyaev), quien ahora figura en la lista de personas sancionadas no sólo por el Reino Unido, sino también por Canadá.
En reiteradas ocasiones, el patriarca defendió a las Fuerzas Armadas rusas: aseguró que a los soldados rusos “los mueven sentimientos que nacen de una moral profunda", y que actúan para defender al pueblo ruso. Y si bien afirmó que "Rusia jamás ha atacado ni perjudicado a nadie", nunca apoyó abiertamente la guerra como hacen hoy los musulmanes. La guerra revela el grado de radicalismo religioso de las dos religiones mayoritarias de Rusia, la ortodoxa y la islámica. Considerando que los soldados musulmanes son mayoritarios en el ejército ruso, esto de alguna manera parece favorecer las razones de Alá más que las del Cristo ruso.
El gran muftí concluyó el Salat -la oración colectiva que marca el islam- con invocaciones por la ventura del pueblo ruso y la salud del presidente Putin. Recordó que este año más de 12.000 fieles procedentes de Rusia, entre ellos un grupo de musulmanes de la autoproclamada república de Donetsk, han cumplido con el ḥajj, la gran peregrinación que constituye el quinto pilar del Islam, y destacó el importante rol de Rusia en el panorama mundial de la religión islámica.
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