El Estado islámico mata a un joven árabe israelí porque era "espía del Mossad". Pero en realidad era un desertor de la jihad
Beirut (AsiaNews)- El Estado islámico (EI), difundió ayer un video en el cual se ve a un muchacho que dispara a un joven árabe israelí, acusado de ser un espía del Mossad. En el filmado, la víctima dice que tiene 19 años, que se llama Mohamaed Said Ismail Mussallam y que fue reclutado por el espionaje israelí.
Estaba vestido con las ropas de los condenados a muerte, el joven está arrodillado delante de un joven de unos 12 años y delante de un hombre barbudo. El hombre, hablando en francés, amenaza a los hebreos de Francia; luego el joven va adelante del muchacho y con una pistola le dispara en la frente. El muchacho grita "¡Allah Akbar!" (Dios es grande) y luego le dispara 4 tiros al cuerpo inánime del joven.
El padre de Mussallam, entrevistado hace diversas semanas por la Afp, negó que su hijo fuese un espía. "Mi hijo es inocente", dijo. "El Estado islámico lo acusó de trabajar para el Mossad porque ha tratado de escapar".
Said Mussallam, el padre, nació en la West Bank, pero sus 4 hijos tienen pasaporte israelí. Toda la familia vive cerca del asentamiento de Neve Yaakov en la zona de Jerusalén Est.
El padre cuenta que el joven había interrumpido su servicio como bombero para ir a Siria y unirse al EI. El joven no sería "religioso" practicante, sino que habría sido reclutado por internet.
El padre cuenta que habló hace tiempo con el hijo, mientras éste estaba en Raqqa, la "capital del Califato" islámico, en el norte de Siria. El hijo le contaba que quería volver a casa, después de haber completado su adiestramiento de base.
No es la primera vez que el EI mata a cualquiera se atreva a dejar la organización. El Observatorio sirio para los derechos humanos (Osdh), una organización con base en Londres, difundió la noticia según la cual el 7 de marzo pasado, 9 miembros del EI se mataron entre ellos en un enfrentamiento para impedir una fuga de militares hacia Turquía. Este choque sucedió cerca de la ciudad de Al-Bab, a unos 30 km al sur de la frontera turca. Entre los fugitivos estaban 9 jihadistas europeos y un tunecino, que lograron evadir de una prisión, donde estaban encerrados a causa de un anterior intento de fuga, para dejar la lucha armada.
En el enfrentamiento, 5 fugitivos y 4 combatientes murieron. Los otros 5 fugitivos fueron atrapados nuevamente.
Según la Osdh, en los últimos meses del 2014, el EI ajustició más de 120 miembros, en gran parte extranjeros, que querían desertar y volver a sus países de origen.
