El Estado islámico avanza en Rusia meridional
En los últimos meses, la ideología del islam radical se instauró tanto entre los hombres como entre las mujeres. Los primeros huyeron a Siria para combatir junto a los milicianos; la segundas asisten a los heridos desempeñándose como enfermeras. En el Cáucaso noroccidental hay una larga tradición de terrorismo islámico, desde que fuera disuelta la Unión soviética. Por gentil concesión de la Jamestown Foundation.
Cherkessk (AsiaNews) – El Estado islámico también se está difundiendo Rusia y, en particular, se expande desde la república caucásica de Karachaevo-Cherkessia. Es lo que revelan las últimas investigaciones de los servicios de seguridad rusos, que monitorean de manera constante la difusión de las ideas radicales entre los jóvenes islámicos. Éstos intercambian información a través de las más famosas aplicaciones de mensajes para teléfonos celulares, y así estrechan vínculos con los líderes yihadistas en Siria.
La difusión del terrorismo en el territorio de la Federación está haciendo surgir una gran preocupación e la plana de líderes, con Putin bajo la mira de la propaganda islámica. Los temores de una proliferación de las ideas radicales en la madre patria fundamentan, de hecho, la intervención militar rusa en Siria, atacando las posiciones del Estado islámico. A continuación, el texto, traducción a cargo de AsiaNews.
La Karachaevo-Cherkessia, una república montañosa situada en el noroeste del Cáucaso, estuvo alejada de las crónicas hasta los ataques armados efectuados por el movimiento islámico clandestino contra las fuerzas del gobierno. Entre 2005 y 2007, las fuerzas de seguridad rusas destruyeron de manera eficaz al Karachay jamaat [un grupo terrorista islámico, ndt] (Agentura.ru, 2007). A partir de ese momento, el Karachay jamaat no ha sido capaz de reemprender las operaciones, no obstante el partido fue el primero [de este tipo] en el espacio post-soviético a principios de los años ’90. Las fuerzas residuales del Karachay jamaat se unieron al Kabardino-Balkarian jamaat en tiempos del Caucasus Emirate [otra organización yihadista, ndt], y las dos organizaciones se fusionaron en la que se dio en llamar la Velayat (provincia) de Kabarda, Balkaria y Karachay (Kavkazcenter.com, 11 de mayo, 2009).
Noticias de un posible reemprendimiento de actividades en Karachaevo-Cherkessia comenzaron a surgir de manera totalmente inesperada a fines del 2015. Muchos jóvenes anunciaron a través de las redes sociales que habían prestado juramento de fidelidad a Abu Bakr al-Baghdadi [califa del autoproclamado Estado Islámico, ndt]. La declaración fue difundida a través de la aplicación WhatsApp, que es constantemente monitoreada por los servicios de seguridad rusos, para localizar a individuos sospechosos. Según Andrei Przhezdomsky, vocero de la Comisión nacional antiterrorismo rusa (NAK), a fines de diciembre las autoridades abrieron una investigación criminal sobre militantes de la Karachaevo-Cherkessia que habían jurado fidelidad al Estado islámico.
El hombre refirió que las investigaciones fueron conducidas en base al artículo 205 del Código criminal ruso, que se refiere a las actividades terroristas. Las autoridades están efectuando verificaciones sobre 10 individuos vinculados al caso. Por ende, mientras que los expertos y analistas consideran que la Karachaevo-Cherkessia está libre de militantes, el Servicio de seguridad federal (FSB) y el Ministerio del Interior ha trabajo silenciosamente para neutralizar un grupo que se declara perteneciente a la yihad internacional.
Przhezdomsky habló de “aquellos que se reunían en algunos sitios, que registraban en un video su fidelidad al ISIS (el Estado islámico de Irak y Siria –luego rebautizado como Estado islámico, IS) y que lo enviaban a Siria a través de WhatsApp. En sus mensajes, ellos decían que se estaban preparando para combatir en una ‘guerra santa’”. El vocero de la NAK declaró que los islamistas de la Karachaevo-Cherkessia tenían proyectado entablar contacto con uno de los líderes del Estado islámico, y que recibían instrucciones acerca de cómo preparar atentados terroristas en el territorio de la Federación rusa (Uinp.info, 29 de enero). Las fuerzas gubernamentales mataron a tres militantes y arrestaron a otras 6 personas durante una operación especial (Rosbalt.ru, 24 de diciembre, 2015).
¿Es posible que la progresiva afirmación de un grupo se trate de un caso aislado en la república? Eso es improbable, porque un hombre de etnia Karachi, Abu Jihad (Islam Atabiev) es la “mano derecha” del más famoso líder del Estado islámico de la región del Cáucaso, Umar al-Shishani (Tarkhan Batirashvili). Abu Jihad, de 33 años, proviene de la aldea de Ust-Jeguta, en Karachaevo-Cherkessia, y, ya desde octubre de 2015, fue incluido en lista de los miembros más buscados del EI por parte del Consejo de seguridad de las Naciones Unidas. El hecho de que una persona de origen Karachi estuviera a un nivel tan alto dentro de ISIS, llevaría, tarde o temprano, a que algunos Karachi intentaran establecer contacto con él.
En los últimos meses, surgieron varias investigaciones sobre individuos, que fueron detenidos o arrestados en Karachaevo-Cherkessia por haber expresado su simpatía hacia el Estado islámico, o por haber intentado unirse al grupo. En el 2015 las autoridades llevaron adelante una investigación criminal contra dos habitantes de Karachaevo-Cherkessia que habían hecho un llamamiento, a través de los medios, a poner en acto ataques terroristas. Las autoridades acusaron también a Mussa Shardan, de 31 años, y a Rustam Suyunchev, de 25, por haber incitado a violar la integridad territorial de la Federación rusa. En noviembre de 2015, Shardan y Suyunchev, usando el seudónimo Amr Amri, publicaron un video titulado “El Estado islámico amenaza a Putin”. Las autoridades dijeron que los dos hombres invitaron a llevar a cabo actos terroristas y extremistas, y a justificar el terrorismo (Ekhokavkaza.com, 15 de abril).
En marzo de 2016, la Corte militar del distrito de Cáucaso Norte condenó a dos años y medio de prisión a Temirzhan Eslimesov, un residente de Karachaevo-Cherkessia, por estar involucrado en organizaciones terroristas. El tribunal estableció que Eslimesov tomó un avión desde el aeropuerto de Mineralnye Vody, en la región de Stavropol, dirigiéndose a Turquía, con la intención de viajar rumbo a Siria para allí ser adiestrado por los militantes en el uso de las armas, en estrategias militares, en actos de sabotaje y en métodos terroristas. Eslimesov luego programó unirse a las acciones armadas de la organización terrorista internacional Caucasus Emirate contra la república árabe de Siria. Los planes del aspirante a militante, de todos modos, fracasaron, por motivos que están más allá de su control, y el hombre fue arrestado por las autoridades turcas, y luego entregado a los servicios de seguridad rusos (Regnum, 19 de abril).
En Karachaevo-Cherkessia el deseo de participar en la yihad en Siria se ha difundido también entre las mujeres. Varias enfermeras de la república se embarcaron en Stavropol, Krasnodar y Makhachkala para convertirse en miembros del Estado islámico. Según un sitio de internet del Cáucaso del Norte, las cuatro mujeres que figuran a continuación trabajan en un hospital en Siria, donde ayudan a los milicianos de ISIS heridos . La sección de la Comisión investigadora rusa correspondiente a Karachaevo-Cherkessia emprendió una operación criminal contra las cuatro enfermeras: Dana M., de 23 años, Alina Ch., 27 años, y dos hermanas, Madina B., de 25 años y Marina B., de 26. Las autoridades declararon que habían logrado reconstruir los continuos viajes desde Stavropol, Makhachkala y Krasnodar rumbo a Estambul y viceversa, entre el 2014 y el 2015. En Turquía, algunos habitantes locales las ayudaron a franquear la frontera con Siria, para así llegar a Al-Raqqa. Las autoridades afirman que las cuatro sospechosas comparten la ideología extremista y que se han unido de manera voluntaria a Abu Hanif jamaat, organización afiliada al Estado islámico (Donday.ru, 4 de abril).
Los vínculos de los radicales de Karachaevo-Cherkessian con el Estado islámico, que fueron dados a conocer públicamente, son tan sólo una parte de la amplitud que dichos ligámenes tienen efectivamente. Probablemente la realidad sea incluso peor, porque los funcionarios de Karachaevo-Cherkessian tratan de esconder dichos incidentes para evitar que los turistas huyan de la república, siendo que el turismo es una de las mayores fuentes de ingresos para la región de Karachaevo-Cherkessian. La situación en Karachaevo-Cherkessian indica que Rusia meridional está volviéndose cada vez más radical, en tanto se difunde la ideología del Estado islámico.
17/12/2016 13:14
24/08/2016 11:56