El Cairo pone fin al estado de emergencia que regía desde los atentados contra las iglesias
Tras cuatro años de renovaciones trimestrales automáticas, el presidente Abdel Fattah al-Sisi puso fin a la medida, que concedía amplios poderes a las autoridades para realizar detenciones y reprimir a individuos o grupos. Fue utilizada para combatir el ISIS (y para silenciar la disidencia). Una jugada que puede leerse en clave turística, para mostrar que el país es una zona “segura”.
El Cairo (AsiaNews/Agencias) - El presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi declaró anoche el fin del estado de emergencia en el país, tras más de cuatro años de aplicación ininterrumpida y de renovaciones automáticas a intervalos trimestrales. La medida había sido introducida en abril de 2017 en respuesta a una serie de atentados con bombas en iglesias cristianas coptas que dejaron decenas de muertos y cientos de heridos.
En un mensaje a los ciudadanos publicado en sus perfiles de las redes sociales, el jefe de Estado destacó que "Egipto se ha convertido [...] en un oasis de seguridad y estabilidad en la región". Por esta razón, continúa la publicación, "se decidió por primera vez en años cancelar la extensión del estado de emergencia en todas las zonas del país".
En una nación de casi 95 millones de personas con una gran mayoría musulmana, los cristianos [principalmente coptos ortodoxos] son una minoría y representan alrededor del 10% de la población. Entre 2016 y 2017, el país de los faraones vivió una serie de sangrientos atentados. La comunidad cristiana sufrió devastadoras explosiones en las iglesias de Tanta y Alejandría, que dejaron numerosas víctimas.
El estado de emergencia otorga amplios poderes a las autoridades para realizar detenciones y oponerse a actos, personas o grupos considerados "enemigos" de la nación. En los últimos años se ha utilizado tanto para reprimir los movimientos extremistas islámicos -especialmente las células del ISIS activas en el Sinaí- como para golpear a los disidentes y a los opositores políticos.
Según el artículo 3 de la Constitución egipcia de 2014, el estado de emergencia permite las detenciones por tiempo indeterminado y sin juicio ni audiencia por parte de los tribunales militares. También supone numerosos límites a las manifestaciones públicas y refuerza la red de censura. El fin de la medida también pretende impulsar el turismo, ya que el país ha reabierto recientemente sus fronteras tras el cierre decretado a causa del Covid-19. El presidente al-Sisi quiso recordar "con orgullo y agradecimiento, a los mártires egipcios porque gracias a ellos hemos logrado una estabilidad y seguridad" en el país. Esta noticia también fue acogida con satisfacción por los activistas y la sociedad civil, pero, como recuerda Hossam Bahgat, no perdonará a los líderes políticos y sindicales, que ya comparecen en los tribunales.
17/12/2016 13:14
22/03/2017 13:04