El Cairo, tres activistas arrestados por participar en un encuentro con diplomáticos extranjeros

Los agentes de seguridad detuvieron a Gasser Abdel-Razek, Karim Ennarah y Mohamed Basheer, miembros de Egyptian Initiative for Personal Rights (EIPR). Por el momento no hay noticias sobre su paradero y se desconocen los cargos de acusación. París expresa su preocupación y llama a entablar un diálogo sobre la cuestión de los derechos humanos y civiles. El ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto denuncia una tentativa de intromisión en los asuntos internos de la nación.

El Cairo (AsiaNews/Agencias) - Las autoridades de El Cairo detuvieron a tres activistas miembros de Egyptian Initiative for Personal Rights (EIPR), una organización local de primera línea en la defensa de los derechos humanos. Según el grupo, la represión se habría desatado a raíz del encuentro entre algunos miembros de la organización y embajadores de países occidentales. El evento tuvo lugar en la capital, hace pocos días.

Ayer, las fuerzas de seguridad detuvieron al Director Ejecutivo de EIPR, Gasser Abdel-Razek, en su casa de Maadi, un suburbio de El Cairo, y lo llevaron a un lugar desconocido. El día anterior, arrestaron a otros dos miembros destacados de la ONG: el jefe de la sección de justicia, Karim Ennarah, mientras estaba de vacaciones en Dahab, una ciudad costera del sur del Sinaí, y el administrador, Mohamed Basheer.

Por el momento no hay detalles sobre su paradero y tampoco se ha informado cuáles con los cargos de acusación por los que deberán responder.

La represión contra EIPR estaría vinculada con un reciente encuentro entre sus miembros y algunos embajadores occidentales (de Alemania, España, Francia e Italia, entre otros) el 3 de noviembre, en El Cairo. El tema central de la reunión fueron las “cuestiones relativas a los derechos humanos y las modalidades orientadas a apoyar el fortalecimiento de los derechos humanos en Egipto y en todo el mundo".

El grupo lucha por la defensa de los derechos civiles y la libertad religiosa, batalla contra la pena de muerte y suele publicar informes y denuncias sobre la violencia cometida en las cárceles y las violaciones de los derechos humanos en general.

En relación con la detención de los tres activistas, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia expresa su profunda preocupación y añade que París tiene la intención de continuar un "diálogo franco y laborioso con Egipto en materia de derechos humanos". La respuesta de El Cairo fue inmediata: denunció la interferencia en los asuntos internos de la nación y habló de la intención de “influir en la investigación en curso”. Varios periódicos egipcios oficialistas cubrieron la noticia, acusando al EIPR y a otras organizaciones humanitarias de traición a la patria y de fomentar el caos, y de reunirse con diplomáticos extranjeros para socavar la imagen de la nación.

Para mantener el control, detener una serie de atentados de grupos yihadistas y garantizar la seguridad, Abdel Fatah al-Sissi y su gobierno han incrementado la represión de la disidencia, violando -según los críticos- los derechos humanos y civiles de los habitantes. En realidad, gran parte de la población -incluido el componente cristiano- elogia la labor del presidente, ya que en los últimos años ha dado más espacio a las minorías: durante su gestión se nombró a la primera mujer cristiana copta en el cargo de gobernadora y se legalizaron decenas de iglesias.