El Asean contra el Estado islámico: Una amenaza que hay que neutralizar

Para el representante de Singapur la condena "unánime" es un hecho significativo. Los países del bloque, algunos de los cuales de mayoría musulmana, comprometidos en una campaña de "rehabilitación" de fondo confesional. Continúan las adhesiones a la carta de los sabios musulmanes contra el movimiento jihadista, que "ha traicionado" al islam.

Singapur (AsiaNews)- La condena "unánime" expresada por los ministros de Defensa del bloque Asean, la asociación que reúne a 10 naciones del Sudeste asiático, en relación con el Estado islámico (EI) es un hecho "significativo". Lo subrayó el minsitro de Singapur Ng Eng Hen, al margen del encuentro entre los representantes de los países miembros que se realizó en los días pasados en Langkawi, en el estado federado de Kedah, en Malasia. El alto funcionario de la ciudad-Estado recuerda que hay, al interior del Asean, naciones de larga mayoría musulmana- COMO Indonesia y Malasia- y que permanece fuerte y concreto el riesgo de una desviación extremista en su interior. Por esto el peligro, agrega, debe ser "neutralizado".

En una nota conjunta al finalizar el 9° vértice de los ministros de Defensa Asean (Admm), los representantes de los países miembros afirman que el movimiento jihadista es una "amenaza a la seguridad" de toda la región y también a escala global.

Entrevistado por Bloombreg, el ministro de Singapur aplaude la condena "unánime" de los representantes Asean, hacia una "amenaza" que tiene que ver con "todos los Estados miembros" y que "Debe ser neutralizada". "Es una declaración de enorme fuerza", agrega, que será apoyada por una mayor cooperación entre las inteligencias del grupo y que "reducirá los riesgos de tensiones raciales" al interior de varios países.

"Todos nosotros nos hemos dicho que esto no es el islam- concluye el ministro Ng Eng Hen- sino una falsa ideología perpetrada por los extremistas" para sus finalidades criminales. También por esto Singapur en abril, en ocasión del Es tasia Summit, organizará un simposio dedicado a las prácticas mejores de "des-radicalización" y de rehabilitación de fondo religiosos y confesional.

Por el resto como referido en el pasado por Asianews, movimientos fundamentalistas y líderes islámicos en el sudeste asiático, han encontrado inspiración en las gestas de los combatientes sunnitas y tratan de apoyar la lucha para la creación del Califato, que ye se extendió a Asia. Células extremistas y miembros activos en el reclutamiento están presentes tanto en Indonesia, el país musulmán más poblado en el mundo, cuánto en la vecina Malasia y en Filipinas. Sus miembros están ya operando en el territorio en la preparación de atentados y ataques mirados contra pub, discotecas y cervecerías "soñando el califato islámico".

Mientras tanto continúan las adhesiones de estudiosos, expertos, activistas e individuos de todo el mundo a la Carta abierta al sediciente "Califa" del Estado islámico Abu al- Baghdadi, subscrita y publicada en los meses pasados por más de 120 representantes y estudiosos islámicos. Una de las pocas tomas de posiciónes netas y claras del mundo islámico contra el movimiento terrorista, que en pocos meses conquistó amplias zonas de territorio en Irak y Siria. Siguiendo la ideología de la jihad, éste mira a la fundación de una nuevo "Califato" que abrace África, Medio oriente y Asia, apuntando también a la conquista de los lugares símbolo de Europa.

Dirigiéndose al líder del Estado islámico, los intelectuales y líderes religiosos lo acusan de haber "traicionado al islam", interpretándolo como "religión de violencia, torturas, brutalidad y homicidios". En la Carta los firmantes elaboran elementos de la doctrina, como la prohibición de emitir fatwa (edictos religiosos) sin haber seguido todos los procedimientos previstos por los "textos clásicos". Ellos agregan que también "está prohibido citar un verso del Corán o una parte de un verso, para sacar una enseñanza sin mirar al cuadro completo trazado por el Corán o por los Hadith", los versículos de Mahoma. El islam impone también que "no se maten a inocentes", "no ignorar las realidad actual", de "no matar a embajadores, periodistas y cooperantes". Al final, ellos recuerdan que la religión islámica no prevé abusos y persecuciones- de ningún tipo- contra los cristianos o las gentes del Libro, conversiones forzadas o atribuir gestos violentos a la voluntad de Dios.