Eddie Chu ataca el nuevo plan regulador: Hong Kong debe estar con los más débiles
El más joven parlamentario jamás elegido en la historia del Consejo legislativo debe aún entrar en su cargo, pero aclara que “no abandonará a los menos representados para hacer lobby con los ricos”. En la mira está el plan de desarrollo inmobiliario de Wang Chau, que provocará la destrucción de tres pueblos. Una llamada a los habitantes de Hong Kong: “No se hagan distraer por las lágrimas de cocodrilo del Jefe del ejecutivo”.
Hong Kong (AsiaNews/Agencias)- La política de Hong Kong “debe detenerse de hacer lobby con los potentes y dar voz a quien no la tiene. Pero al mismo tiempo advierte a los habitantes del Territorio no deben dejarse distraer por las lágrimas de cocodrilo y por la teatralidad de los miembros del Ejecutivo y de su jefe Leung Chun-ying, que trata de distraer a todos de varias cuestiones en juego”. Lo declaró el “rey de los votos” Eddie Chu Hoy-dick, diputado elegido con más de 80 mil votos para el Consejo legislativo, en el curso de una conferencia de prensa sobre el plano regulador de la zona de Wang Chau.
Eddie Chu es considerado como el líder de la nueva generación de políticos democráticos de Hong Kong. Como han demostrado las pasadas elecciones para el Consejo legislativo, justamente el compromiso sobre el territorio de jóvenes poco más que estudiantes convenció al electorado. El diputado elegido es el más joven en la historia reciente en sentarse en el pequeño “Parlamento” de Hong Kong y llegó con el mayor número de votos individuales, votos que jamás recibió ningún otro candidato.
Hoy el joven político volvió sobre la cuestión del desarrollo salvaje del Territorio, hablando en un programa radiofónico: “La planificación del desarrollo metropolitano debería ser un proceso democrático, abierto y libre de las influencias. En cambio el problema es siempre el mismo: el gobierno no quiere cambiar método y continúa a formar lobby con los potentes”. La cuestión se refiere a las construcción de 17 mil habitaciones en la “franja verde” de Hong Kong.
Según los críticos, el proyecto fue desarrollado solamente en nombre de la ganancia y gracias a la corrupción de los representantes de los pueblos que surgen en el área. Estos, denuncia aún Chu, “no saben ni siquiera qué esté sucediendo. Ven gente ir y venir pero no tienen idea que pronto serán expulsados de sus casas”.
El problema, concluye el joven diputado, “es que los débiles no tienen poder y no pueden decir nada. Yo pienso que las cosas podrían ir de otro modo, justamente en modo opuesto de cómo van ahora… el gobierno debería iniciar a hacer lobby con los débiles, no con los potentes”.