'Dos sesiones': Beijing 'siniza' las religiones (obligando a los fieles a registrarse para los servicios)

de Li Qiang

Primer Ministro saliente Li Keqiang: es necesario "orientar activamente las religiones para que se adapten a la sociedad socialista". En Henan los creyentes deben completar un formulario en internet para misas, oraciones en una mezquita o rituales en templos budistas. Hay 11 representantes católicos en la nueva (e inútil) Conferencia Política Consultiva del Pueblo Chino.

Beijing (AsiaNews)- "Se ha implementado la política básica del Partido [Comunista Chino] para las actividades religiosas y se ha llevado a cabo gradualmente la 'sinización' de las religiones”. Este es el pasaje clave sobre la política religiosa del PCCh en el informe sobre las actividades de gobierno que presentó Li Keqiang en la apertura de la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (ANP).

En su discurso del 5 de marzo el primer ministro saliente señaló que es necesario “orientar activamente las religiones para que se adapten a la sociedad socialista”. Las autoridades de Henan están siguiendo la orden con gran celo. Como informa China Christian Daily, los creyentes de todos los credos deben registrarse obligatoriamente para asistir a los servicios religiosos: esto se aplica tanto a las iglesias y mezquitas como a los templos budistas.

Los creyentes de Henan deben completar un formulario disponible en la aplicación "Religión inteligente" de la Comisión provincial de Asuntos Étnicos y Religiosos. La compilación requiere aportar datos tales como nombre, número de teléfono, documento de identidad, residencia permanente, ocupación y fecha de nacimiento. Al entrar en los lugares sagrados los fieles también están obligados a tomarse la temperatura, señal de que algunas restricciones anti pandémicas siguen vigentes tras las aperturas de diciembre.

La sinización coincide por tanto con el registro y control de la población. En Henan la persecución contra los cristianos es muy dura, ya que representan alrededor del 4% de la población, un porcentaje superior al del resto del país. Cabe recordar que desde hace casi dos años la policía local tiene detenido ilegalmente (sin condena ni acusación alguna) a Mons. Joseph Zhang Weizhu, obispo de Xinxiang.

En este clima de opresión contra las religiones resulta cada vez más evidente la inutilidad de los organismos públicos que se supone que representan los intereses de la sociedad civil china. Sobre todo la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), órgano que junto con la mucho más importante ANP tiene la función de formalizar las decisiones ya tomadas por el presidente Xi Jinping y la conducción del Partido.

Integrada por 2.172 delegados, la CCPPCh se reúne estos días al mismo tiempo que la ANP para las "dos sesiones" (Lianghui), donde se oficializarán los nombramientos para dirigir el país durante el tercer mandato de Xi.

Hay 11 representantes católicos en la CCPPCh; sólo tres forman parte del grupo de vicepresidentes: Mons. Shen Bin, obispo de Haimen (Jiangsu) y presidente del Consejo de obispos chinos, organismo no reconocido por la Santa Sede y vinculado al PCCh; el arzobispo de Beijing, monseñor José Li Shan, presidente de la Asociación Patriótica de Católicos Chinos, otro ente que es expresión del régimen; y monseñor Fang Xinyao, obispo de Linyi (Shandong).