Dokdo, celebrada la primera “misa por la paz” en las islas disputadas por Seúl y Tokio
Seúl (AsiaNews)- Una “misa por la paz”, celebrada con la finalidad de hacer callar a las armas y llevar la paz a Asia oriental, podría hacer partir el diálogo entre Seúl y Tokio sobre las islas disputadas en el Mar de Japón. De esto está convencido el p. Son Seong-ho, párroco de la iglesia de Dodong, que presidió la primera celebración en absoluto en el atolón en el centro de una disputa diplomática entre Corea y Japón.
Las Dokdo, explica el p. Son, “deberían ser el centro de la paz silenciosa, no el centro de la disputa. Continuaremos rezando hasta que estas islas no se convertirán en una zona de paz. Leyendo la historia de mi parroquia me di cuenta que no habíamos jamás celebrado una misa aquí. Pero desde hoy esperamos poder celebrar una misa cada mes de mayo, bajo la protección de la Virgen.
El sacerdote bendijo también la estatua de maría que fue erigida en las Dokdo en el año 2010 y puso la paz en Asia oriental bajo su protección. Junto con él había unos 65 entre consagrados y fieles, llegados allí para lo han definido “un momento histórico”. También porque la celebración coincide con los 70 aniversario de la liberación de Corea del dominio japonés.
Las islas- Dokdo para los coreanos y Takeshima para los japoneses- están casi equidistantes de las dos naciones y al centro de una disputa porque el mar a su alrededor es rico para la pesca. El 10 de agosto de 2012, el entonces presidente coreano Lee Myung-bak llegó en avión a la zona, presidiada por los coreanos desde 1954 y visitó un grupo de atolones. En toda la zona fue dado un alerta militar, por esa visita de alto valor simbólico; de hecho, muchos coreanos sufren aún de la violenta invasión japonesa entre los años 1910 y 1945. Como toda respuesta Japón llamó a su embajador en Seúl para consultaciones y expresó a su vez sus protestas al embajador coreano en Tokio.
Japón y Corea del Sur están unidos por relaciones económicas muy estrechas y por el frente común contra Corea del Norte y su arsenal atómico, considerado una amenaza para toda la región. Sin embrago, permanecen los contrastes que vienen de la historia y que aún hoy influencian en modo decisivo las relaciones.