Doce nuevos sacerdotes, un signo de esperanza para Manipur

de Nirmala Carvalho

En el mes de enero se celebraron en varias aldeas ordenaciones diocesanas y religiosas presididas por el arzobispo de Imphal, Mons. Linus Neli. Por otra parte, en la parroquia de Tuibuang se han entregado nuevas casas para los desplazados por los ataques, construidas gracias a la solidaridad de las comunidades católicas de toda la India.

Imphal (AsiaNews) – Doce ordenaciones sacerdotales en la arquidiócesis de Imphal, la Iglesia católica del Estado indio de Manipur, que desde hace más de un año y medio se encuentra afectado por una grave violencia étnica que también golpea con fuerza a la comunidad cristiana. Es un signo tangible de esperanza en medio de tanto sufrimiento en esta tierra donde la Iglesia no se cansa de promover caminos concretos de reconciliación entre las etnias de los meitei y los kuki.

El 5 de enero el arzobispo Linus Neli presidió la primera de estas ordenaciones en una de las aldeas. La primera fue la del P. Berno Ningrei, religioso de la Sociedad de San Pablo. En las próximas semanas serán ordenados otros 5 sacerdotes diocesanos y 6 pertenecientes a institutos religiosos.

Al mismo tiempo continúan los esfuerzos de la Arquidiócesis de Imphal para transformar en oportunidades de renacimiento la ayuda recibida gracias a la movilización de las diócesis católicas de toda la India. “El domingo 12 de enero - cuenta a AsiaNews el P. Varghese Velickakam, vicario general de la arquidiócesis - se entregaron 50 casas a los desplazados internos en la aldea de Gamnom, en la parroquia de Tuibuang. Este esfuerzo contó con el apoyo de la Asociación de la Familia Franciscana de la India (AFFI) y la Conferencia de Religiosos de Tamil Nadu. Antes de fin de mes se entregarán 50 viviendas más, y se están construyendo otras 200. Esperamos llegar a 480 a finales de marzo. También distribuimos otros artículos de ayuda (abrigos, mantas, baldes), junto con imágenes sagradas donadas por el movimiento Fiat Mission. Las casas están dispersas por todo el territorio y el jefe de la aldea, que es católico, también ha puesto a disposición suficiente tierra para cultivar alrededor de las casas".