Diócesis de Ruteng y Caritas para un programa de agricultura sustentable
Las delegaciones de diversas naciones se confrontaron con la población local sobre los problemas humanitarios del territorio. En las actividades han participado también funcionarios gubernamentales locales. El fenómeno de la emigración económica de los maridos permitió a las mujeres locales convertirse en protagonistas de la realidad productiva. La Iglesia ofrece a ellas programas de desarrollo humano y espiritual.
Yakarta (AsiaNews)- En la “católica” provincia meridional de Nusa Este Tenggara (NTT), 3 representantes de las Caritas de 13 naciones asiáticas han tomado parte en un programa de 4 días en la remota diócesis de Ruteng, sobre el tema. “Agricultura sustentable, visita y aprendizaje”.
El p. Martin Chen, sacerdote diocesano y miembro del comité organizador, explica a AsiaNews que la elección de realizar esta iniciativa en Ruteng fue dictada por algunos motivos principales. Entre estos estaba la posibilidad para todos los participantes de aprender de la población local las mejores prácticas disponibles en la agricultura biológica y la oportunidad d comprender las problemáticas humanitarias del territorio, a fin de involucrar las partes interesadas en encontrar soluciones.
Entre las varias contribuciones, la delegación de la Caritas camboyana ha ilustrado las modalidades de producción de fertilizantes orgánicos usando microrganismos; también ha expuesto las mejores prácticas utilizadas o adoptadas por los agricultores camboyanos para que los productos biológicos mantengan un buen precio en el mercado. “Es positivo-afirma el p. Chen- que también algunos funcionarios del gobierno locales hayan participado a las sesiones, dado que también ellos han expresado las mismas preocupaciones. En cualidad de organizadora del evento, la diócesis de Ruteng presentó las mejores actividades vividas de las diversas comisiones en el enfrentar tales cuestiones”. Ellas comprenden el compartir las experiencias de agricultura biológica, formación y programas comunitarias.
En el curso de estos días, los participantes han podido tener un contacto directo con las antiguas costumbres agrícolas de las mujeres locales, en particular del pueblo de Akel. Ellas son en prevalencia esposas de trabajadores emigrados al exterior. Para combatir el difundido estereotipo que las representan como “viudas”, estas mujeres se dedicaron a la realización de algunas realidades productivas. El fenómeno de la migración económica está muy difundido en la provincia. Cada año, miles de hombres locales parten hacia Malasia y Borneo, para trabajar mal pagados en las plantaciones de palma de aceite.
El segundo pueblo que los delegados han visitado fue Lengor, en el territorio de la parroquia de Beokin. Aquí, las mujeres de los emigrantes han compartido con ellos las dificultades que tienen en la vida cotidiana. Entre estas el frecuente atraso en las transferencias del dinero que los maridos envían a ellas desde el extranjero y las desproporcionadas cuotas escolares que deben pagar para la instrucción de sus hijos. En dos años, la diócesis de Ruteng dedicó a estas mujeres en diversos programas d desarrollo humano y espiritual. El p. Chen cuenta que “las actividades de formación iniciadas por la diócesis en el campo agrícola iniciaron sólo hace 9 meses, pero ellas lograron producir fertilizantes naturales y dedicarse a la agricultura orgánica”. La señora Elen, beneficiaria del proyecto y como jefa de la comunidad eclesial de base, afirma: “Nuestra dignidad está ahora explotada en nuestro favor o ventaja”.
