Diácono de Bombay: la iglesia de Nuestra Señora del Mar, centro de desarrollo humano integral
Es la parroquia má grande de la costa de Maharashtra y una de las más antiguas de la India. La población “vive de acuerdo con los valores del Evangelio en todos los aspectos de la vida”. Crece el número de vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada. Los catecúmenos comparten la Biblia con celo y devoción. Los pescadores rezan, incluso en el mar.
Bombay (AsiaNews) – En torno a la iglesia de Nuestra Señora del Mar, en Uttan, en los suburbios de Bhayandar, gira todo el desarrollo humano integral de la zona. En diálogo con AsiaNews, es lo que comenta Godfrey Malu, diácono de la arquidiócesis de Bombay, que presta servicio en la parroquia. Al santuario, cuenta, “llegan peregrinos de todos los credos. Rezan y agradecen”. La iglesia, dice, “es un lugar de gran devoción de Nuestra Señora de Velankanni. La población vive de acuerdo con los valores del Evangelio, en todos los aspectos de la vida. Siguiendo el verdadero sentido de la palabra “evangelización”, ellos no solo caminan hacia Cristo, sino que además lo acercan a otros”.
La parroquia de Uttan, sobre la costa del Maharashtra, es la más grande del decanato. Cuenta con casi 15.000 católicos, en su mayoría pescadores. Es una de las más antiguas de la arquidiócesis, ya que fue erigida entre 1634 y 1642, con la llegada de los portugueses. Según el diácono, “el número de fieles crece continuamente y la parroquia es bendecida por muchas vocaciones sacerdotales y a la vida religiosa”.
La evangelización, prosigue, “empieza desde el vientre materno. La espiritualidad y la devoción impregnan todos los aspectos de la vida. Incluso cuando se encuentran en mar abierto, prosigue, [los pescadores] leen la Biblia, rezan el Rosario y glorifican al Creador. La evangelización se da a través del diálogo, la reconciliación y una inculturación. Las personas tienden a vivir con espíritu de apertura y de buenos vecinos, compartiendo alegrías y dolores, problemas y preocupaciones. Los cristianos colaboran para un desarrollo integral y para la liberación de todas las personas”.
La población ha afrontado dificultades y amenazas, como la contaminación, la destrucción de los espacios verdes y las protestas de los pescadores. Sin embargo, subraya, “los valores, como la tolerancia religiosa, el trabajo arduo, la disciplina y el cuidado de la creación fueron evidentes en la forma de protestar. Las personas y la Iglesia han estado a la altura del valor de la paz del Evangelio en la lucha por el derecho a la tierra y en la resolución de problemas. La población ha ido más allá de las pequeñas comunidades cristianas y ha formado pequeñas comunidades humanas, afrontando las necesidades de una sociedad más compleja”.
Toda moneda, agrega el católico, “siempre tiene dos caras. Con la urbanización, las migraciones desde otros Estados y el turismo, también han aumentado los crímenes y la prostitución. Esto ha llevado a una degradación de los valores morales. Es por eso que la atención pastoral de los migrantes merece especial atención. Si bien hay muchas cuestiones que aún no han sido afrontadas, se ha comenzado a trabajar en ese sentido: por ejemplo, con los jóvenes: ellos son impulsados a salvaguardar la tierra, los derechos y la dignidad, se los alienta a ser parte activa y responsable en las cuestiones políticas y sociales”.
La Iglesia ha entendido la importancia que tienen las redes sociales entre los chicos y “organiza seminarios, eventos comunitarios. La prioridad es hacerlos participar en las actividades y canalizar sus energías, de modo que no se vuelvan presa de vicios. Alentamos a los parroquianos a compartir las opiniones en la redes, para una mayor vivacidad de las parroquias”.
Respecto a la tarea del anuncio cristiano, Godfrey afirma: “La evangelización no es un evento puntual, sino un viaje. Debemos evangelizar de forma de infundir en los católicos el entusiasmo por la fe. Así, no solo vivirán la fe, sino que además la compartirán. Cabe notar el hecho de que algunos catecúmenos bautizados recientemente se han vuelto evangelizadores. Su celo y sinceridad merece una mención especial. Es un gusto ver con qué dedicación y devoción están divulgando la Palabra de Dios entre las personas que los rodean. Tienen un rol activo en la comunidad, compartiendo la Biblia. Reúnen a los niños y les cuentan historias tomadas de la Biblia”. “Hay una interpretación equivocada de evangelización, que se traduce en conversión – concluye – y que debe ser evitada. Cada uno de nosotros, con palabras y acciones, puede ser un modelo de evangelización. La conversión es obra de Dios. Somos bautizados y enviados. Nuestra tarea es compartir a Jesús con cualquier persona”.