Disputa sobre la historia del colonialismo ruso en Asia Central

de Vladimir Rozansky

Moscú y Astana han creado un grupo de trabajo conjunto para la «preservación de la memoria histórica». Los rusos señalan con el dedo la forma en que la política imperial de los zares y la Unión Soviética se presenta en los libros de historia. Mientras que los kazajos recuerdan bien las palabras de Putin, quien declaró en 2014 que su país «nunca tuvo un Estado propio».

Moscú (AsiaNews) - Como ha anunciado en los últimos días el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, Rusia y Kazajistán han formado un grupo de trabajo conjunto para la «salvaguardia de la memoria histórica», en un intento de calmar la controversia que a varios niveles resuena en las discusiones de la sociedad kazaja. La cuestión principal es la del «colonialismo ruso» en Asia Central, la forma en que se presenta de manera diferente en los manuales escolares rusos y kazajos, y también en los chinos.

De hecho, Rusia se presenta a menudo en los manuales escolares de Asia Central como un Estado colonizador, que oprimió a los pueblos de los territorios ocupados y anexionados, lo que los rusos consideran la causa del «desarrollo de la xenofobia y la rusofobia», presentando una imagen falsa de Rusia. Los expertos moscovitas citan una página del libro de texto de historia del 10º curso (segundo de bachillerato), en la que se afirma que «la política del imperio ruso hacia Kazajistán se caracteriza por ser una política de expansión territorial, protectorado y colonial... una política agresiva e ineficaz», poniendo como ejemplo los programas del primer ministro de principios del siglo XX Petr Stolypin, que «habían desencadenado una concatenación de conflictos sociales y revueltas populares».

El analista ruso Arkadij Dubnov, estudioso de los procesos políticos en Asia Central desde la época de la perestroika de Gorbačev, confirma a Orda.kz que «el tema del colonialismo puede avivar las tensiones entre Rusia y Kazajistán, a pesar de las numerosas declaraciones de amistad», que tratan de evitar la discusión histórica. Recuerda que hace unos años, en tiempos del «president-eternus» Nursultan Nazarbaev, se produjo una polémica declaración de Vladimir Putin en el foro de la juventud, a finales de agosto de 2014, según la cual «Kazajistán nunca ha tenido su propio Estado», lo que provocó reacciones de indignación en todo el mundo político-social kazajo. Al cabo de un par de meses, el propio Nazarbaev encontró la oportunidad de responder durante la celebración del 550 aniversario del kanato kazajo, afirmando que «puede que no existiera un concepto de Estado como el que existe en las sociedades modernas, pero los kanes ya habían formado entonces estructuras que pueden calificarse con seguridad de Estados».

Otro académico kazajo, Ajdar Amrebaev, señala otra área de tensión en los debates entre investigadores de ambos países, que a menudo investigan «no con criterios científicos, sino sólo políticos e ideológicos». Recuerda cómo el «funcionario Lavrov» describió a menudo el colapso de la Unión Soviética como una «catástrofe geopolítica», en consonancia con las declaraciones de su presidente. Para los centroasiáticos, y en primer lugar para los propios kazajos, en cambio, «la conquista de la soberanía es un avance que restablece la justicia histórica, no una catástrofe». Amrebaev también recuerda los días de la Horda de Oro, hasta la autonomía de las regiones de Alaša, Turquestán y Kokand en la época de la revolución, y sugiere «evitar la discusión entre historiadores e ideólogos o políticos».

De hecho, en Kazajistán hay un eminente historiador, Erkin Abil, conocido por proponer la discutida unificación del huso horario en todo el país, que lidera un grupo de investigadores dedicados precisamente a la preservación de la memoria histórica, creado en 2018 para trabajar junto a historiadores rusos. El trabajo conjunto de investigación se había interrumpido a causa del coronavirus, y pese a las declaraciones de Lavrov no hay indicios de un nuevo formato de reunión por el momento, lo que «probablemente depende de una serie de malentendidos», admite el propio Abil, que recuerda que «somos especialistas independientes, y queremos seguir siéndolo».

Los distintos representantes de las ciencias históricas en Kazajistán reiteran que «la memoria histórica es la base de la autoconciencia nacional», y que será difícil formar una «memoria unitaria global» junto con Rusia. En este año «simbólico» del 80º aniversario de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial, también están previstos actos e incluso concursos escolares en Kazajistán, pero Abil señala que «los ganadores no serán premiados en Moscú, porque no sabemos qué pasaría con ellos».

Foto: Wikipedia/Kremlin.ru