Dinajpur celebra los 50 años de servicio de la Hermana Gaetanina en la Iglesia bangladesí
Dinajpur (AsiaNews) – Luego de 50 años de vida consagrada “siento, sobre todo, mucha felicidad. Yo era una niña muy simple, pero Jesús me eligió para servir en su Reino, y esto me llena de alegría. Siempre he rezado a Cristo ante los desafíos de mi vida, y Él siempre me ha respondido”. Quien dice esto a AsiaNews es la Hna. Gaetanina Corraya, de 73 años de edad, de los cuales 50 años han sido cumplidos en las filas de las Hermanas catequistas del Corazón Inmaculado de María (CIC). La congregación religiosa fue fundada en 1951 por el entonces obispo, Mons. Joseph Obart, del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras (PIME).
Hoy, las hermanas en Bangladesh son 167, el segundo grupo religioso, en número de adherentes, del país. Por cuatro mandatos, Sor Gaetanina las ha guiado como Superiora general: “Han sido 16 años muy ocupados. Mi primera preocupación fue garantizar a mis hermanas la mejor educación posible, al punto que hoy la gran mayoría de ellas está licenciada. Vivimos en tiempos muy competititvos, en los cuales es fundamental poder contar con las herramientas adecuadas”.
En su primer período como Superiora, tuvo la alegría de inaugurar siete conventos: “Yo creo que las religiosas han de elegir esta vida para servir a los demás. Pero pienso también que es necesario garantizarles una vivienda diga y la posibilidad de tener acceso a la comida. Lo mismo vale para la remuneración: pienso que debería ser más digna, cuando las hermanas son llamadas a servir a la Iglesia o a los padres religiosos del país. Porque en este momento es imposible vivir sin un apoyo económico”.
La vocación llega, para la Hna. Gaetanina, gracias a un docente de la escuela primaria, Peter Peries, que “nos alentaba a escuchar la llamada de Dios. Mis padres también me han apoyado en este camino. Aún hoy quiero subrayar cuántos desafíos son puestos hoy por esta sociedad dominada por los hombres: agradezco a Dios porque, a pesar de todo, he logrado mantener firme la vocación, y reforzar el aporte femenino a la Iglesia local y a la sociedad civil ”.
Estos desafíos producen, desde su punto de vista, una caída en las vocaciones; “La comunidad bangladesí ya no es fuerte en la fe como lo era en otro tiempo, y esto me preocupa. Afortunadamente, aún hay un fuerte apoyo de la comunidad tribal. Sin embargo, piendo que el primer motor de cambio debe ser la familia: rezar el Rosario, enseñar el Catecismo a los hijos es deber de los padres”.
Luego de este largo camino, la Hna. Gaetanina dice estar, ante todo, feliz: “Yo era una niña muy simple, pero Jesús me eligió para servir en Su reino, y esto me llena de alegría. Siempre he rezado a Cristo ante los desafíos de mi vida, y Él siempre me ha respondido”.
16/10/2019 18:58
31/05/2017 14:14
