Desde Erbil hasta Alqosh: cristianos y musulmanes en una Marcha por la Paz
Es la iniciativa propuesta por el patriarca caldeo para el Domingo de Ramos, pidiendo por el fin de la violencia en Irak y en el Oriente Medio. En Cuaresma, se organizan Vía Crucis en las ciudades de la Llanura de Nínive que han sido liberadas del Estado islámico. Una misa reunió a 50 familias en Teleskof, con la inauguración de una gran cruz caldea, colocada sobre una colina de la Llanura. Mar Sako: es tiempo de “conversión” para los líderes regionales y mundiales; basta de muros, se necesitan puentes.
Bagdad (AsiaNews) - Una “Marcha de la Paz” para el Domingo de Ramos, “abierta a cristianos y musulmanes” que “partirá desde Erbil y se concluirá en Alqosh” en la Llanura de Nínive, y que será “a pie, realizada en un solo día” para pedir el fin de la violencia en Irak y en todo el Oriente Medio. Es la iniciativa lanzada por el patriarca caldeo mar Louis Raphael Sako, que confía a AsiaNews las intenciones de la Iglesia local para el inminente inicio de la Cuaresma, en una perspectiva de paz, encuentro y diálogo. “Yo guiaré la marcha –prosigue- y será una ocasión de fuerte unidad, un frente común contra todas las formas de la violencia, que ensangrienta el país y la región.
La Iglesia caldea ha consagrado el año 2017 como “Año de la paz”. Para el primado caldeo, el periodo de preparación para la Pascua representa una ocasión privilegiada para volver a proponer un camino de oración y reflexión, que también sea capaz de abrazar a la comunidad musulmana de Irak. “La paz –explica mar Sako- debe ser alcanzada tanto por nosotros [líderes religiosos] como por los líderes políticos, a través de iniciativas valientes y decisiones responsables”.
Es el motivo por el cual, además de la marcha por la paz al inicio de la Semana Santa, el patriarcado caldeo tiene intenciones de organizar también “distintas fechas en las cuales se celebra el Vía Crucis, usando como sitio algunas localidades de la Llanura de Nínive, como Teleskof y Batnaya”, que han sido liberadas de la presencia yihadista. Una iniciativa que ha surgido en colaboración con la diócesis de Lyon, lo cual demuestra los lazos que se han creado entre la comunidad iraquí y las Iglesias del mundo a lo largo de estos años de sufrimiento y persecución.
“En el tiempo de Cuaresma –prosigue el patriarca caldeo- también queremos hacer una colecta de ayudas y fondos para los refugiados musulmanes, pidiendo a nuestra gente que ayude a las personas que atraviesan necesidades, sin hacer distinciones de credo o etnia”. En las próximas semanas, su Beatitud tiene programada una visita a un campo de refugiados musulmanes en el cual están alojados “todos los que abandonaron Mosul” para huir del Estado islámico (EI), y llevarles “la solidaridad cristiana”.
“Son gestos simbólicos, incluso pequeños –cuenta mar Sako- pero que son propios de nuestra tradición. Los orientales usamos mucho los símbolos”.
En las últimas semanas, el patriarca caldeo ha visitado varias ciudades pequeñas y pueblos que fueron liberados de la ocupación yihadista en los últimos meses. “Celebré una misa –prosigue- junto a 50 familias en Teleskof, y también vinieron otras familias de Alqosh para participar del evento”. “El objetivo en estas localidades es “lograr que regresen” todos los habitantes “al terminar el año académico”. En Teleskof es un “milagro” que la iglesia no haya sido dañada, y el hecho de que gran parte de las casas se haya salvado. “Ha habido depredaciones y hurtos –agrega- pero no se dio la destrucción que hemos presenciado en Qaraqosh y Batnaya, donde el daño registrado llega a ser del 80%”.
En estas pequeñas ciudades y pueblos, “que son caldeas”, cuenta mar Sako, se vive “un clima de entusiasmo y hay ganas de regresar. Una alegría plena, como la que se vive en la Pascua de Resurrección, luego de haber atravesado la oscuridad y la violencia. Después de la misa inauguramos una cruz sobre una colina (en la foto), una cruz grande, con velas, y vacía, como es propio de la tradición caldea. Ésta es un símbolo de resurrección, y todos los habitantes de la zona acudieron al lugar para participar de la celebración, rezar, cantar y aplaudir”.
“Esta es la cuarta vez que vengo a los pueblos liberados de la Llanura –afirma el primado caldeo- y encuentro que el clima es distinto, se hace una vida normal, las calles están limpias y más seguras, aunque todavía sigue estando el problema de las minas en muchas áreas de Nínive”. En Mosul, donde el ejército hoy ha tomado el control del aeropuerto tras cuatro horas de batalla contra las milicias del EI, “tres familias han regresado al sector nororiental de la ciudad, peor aún no he podido visitarlas, porque la situación sigue siendo muy peligrosa”.
La Cuaresma es un tiempo de paz, y es tarea de los cristianos, que no están bajo el influjo “de una mentalidad tribal que se nutre de la venganza”, volver a comprometerse en un camino de paz y reconciliación. “Cuando cada uno trata de hacer justicia por mano propia, no hay perdón –afirma mar Sako-. “Y a nosotros nos toca abrir los ojos [para afirmar] la importancia de la paz, del diálogo, de la convivencia”.
In Iraq “hay algo que se está moviendo”, prosigue el patriarca caldeo, y “finalmente se opta por construir puentes en lugar de alzar barreras” Hay intervenciones de políticos y líderes religiosos destacados, que han condenado la mentalidad sectaria, que hablan abiertamente de una separación entre religión y Estado, de un régimen civil que garantice la ciudadanía para todos”.
Por eso, mar Sako lanza, por último, un pedido “de conversión”, dirigido a todos los políticos, tanto a nivel regional como mundial, a aquellos que, con sus decisiones, determinan el destino de la región y la suerte que sobrevendrá en el mundo. “A ellos, les digo que miren dentro de su corazón, su rol es una enorme responsabilidad –afirma-, deben velar por los derechos humanos y por el bienestar de todos, ser abiertos y responsables, hacer que su territorio sea seguro, pero de una manera más humana, y no a costas del perjuicio ajeno”.
“Los muros complican, generan más violencia aún –concluye el primado caldeo- por eso, debemos quitar las vallas y rejas de las calles, de los muros, de los barrios, eliminar los guetos. Se necesita dialogar, tomar en consideración el bien de todos. Se requiere una conversión total del corazón, es necesario volver a los valores más profundos de la religión. Es por eso, entonces, que la Cuaresma se vuelve un tiempo fuerte para todos, para los que creen y para todos los que no creen, para convertirse”. (DS)
17/12/2016 13:14