Descubrimiento histórico: Miguel Chijiwa, joven japonés convertido, no habría abjurado
Fue uno de los 4 jóvenes “embajadores” que partieron para Europa en el año 1582. Regresaron en 1590 a un Japón que entonces era más “sospechoso” hacia los cristianos. Se encontraron cuentas de un rosario en su umba. Una historia cercana a la película “Silencio” de Martín Scorsese.
Tokio (AsiaNews/Agencias)- Contrariamente a lo que hasta ahora se creía, Miguel Chijiwa, uno de los cuatro jóvenes de la expedición japonesa enviada a Europa en 1582, no habría abandonado la fe cristiana. Lo que reabriría este capítulo de su vida sería el hallazgo, en su tumba, de algunas cuentas de un rosario, se trata de 59 “cuentas” de vidrio de cinco colores distintos, dque miden de 2 a 5 mm de diámetro con pequeños agujeritos en su interior.
Algunas de estas “cuentas” son de fabricación europea. Además de éstas, fue encontrada una placa de vidrio semi-circular, de 2,6 cm de ancho, que probablemente sería la tapa de un relicario. El descubrimiento fue dado a conocer el 8 de septiembre por los miembros del comité responsable de las excavaciones, compuesto por los descendientes de Chijiwa y por especialistas y apasionados de la historia.
Chijiwa había partido junto a otros 3 jóvenes hacia Europa para llevar a cabo una expedición a pedido de Alejandro Valignano, misionero jesuita enviado a las “Indias del Este”. Todos ellos eran menores de 15 años, los 3 “embajadores” representaban a 3 señores feudales (daimyō) cristianos de Kyushu. Los acompañaba el jesuita portugués Diego de Masquita. Los cuatro, cuando volvieron a Japón, en 1590, se unieron a la orden de los jesuitas. Cuando volvieron, la guerra civil (sengoku) que había sacudido al país por más de 100 años, estaba llegando a su fin, dejando en el poder una figura cuya actitud sospechosa hacia el cristianismo pre-anunciaba las persecuciones que luego se consumarían. En 1587, de hecho, el nuevo regente imperial Toyotomi Hideyoshi había emitido un edicto que ordenaba a los jesuitas abandonar Japón. Si bien éste jamás se cumplió, la orden representó la señal de la visión de las autoridades japonesas, según los cuales los cristianos representaban una amenaza política.
Hasta ahora, se daba por seguro que Chijiwa había sido el único de los 4 que habría apostatado, mientras que los otros 3 habrían continuado sirviendo fielmente en la misión cristiana. El reciente descubrimiento pone en discusión este asunto histórico.
La cuestión de las abjuraciones en Japón durante los siglos de persecución cristiana fue puesta en evidencia por la película de Martín Scorsese, “Silence”. Como ya se dijo en la reseña que AsiaNews publicó sobre la película, la verdad es que muchos cristianos no renunciaron realmente a la fe. Y este último descubrimiento lo confirma.