Demolieron una iglesia armenia. La condena del diputado de la oposición, Garo Paylan
En el último tiempo, el lugar de culto fue profanado y utilizado como plató cinematográfico y salón de bodas. La demolición atenta contra las disposiciones del presidente Erdogan en materia de protección de lugares sagrados. En realidad, continúan las violaciones contra los cristianos.
Estambul (AsiaNews) - Los cristianos armenios de Turquía sufren una nueva afrenta a su patrimonio religioso y cultural: en los últimos días, la antigua iglesia de Surp Toros (San Toros), que data de principios del siglo XVII, fue demolida por orden de particulares que se habían apropiado del edificio, el cual fue profanado y abandonado por cierto tiempo. El hecho recibió una durísima condena del diputado armenio de la oposición, Garo Paylan -del Partido Democrático de los Pueblos (HDP)-, quien convocó a una interpelación parlamentaria (hasta ahora sin respuesta) para pedir cuentas sobre el asunto al ministro de Turismo y Cultura.
El político cristiano armenio subraya que el lugar de culto, si bien no fue utilizado como tal durante algún tiempo, pues fue convertido en un plató de cine y salón para bodas, obtuvo el reconocimiento de "patrimonio permanente que requiere protección".
La centenaria iglesia armenia, ubicada en la provincia occidental de Kütaya, debería haber gozado de protección y ser preservada, tal como establece el Comité de Protección del Patrimonio Cultural local. "Desde 1603", señala Paylan en la interpelación, "la iglesia ha ocupado un lugar destacado en la memoria de la ciudad. En su interior, continúa, "tuvo lugar el bautismo del famoso músico Gomidas". Frente a los llamamientos de la comunidad armenia, las autoridades "han mostrado una indiferencia inaceptable", pese a los reclamos para que el edificio "sea restaurado o, al menos, utilizado como centro cultural".
Por último, el diputado cita una declaración del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien dijo que el Estado y las autoridades "no interfieren ni interferirán en cuestiones referidas a la fe y los lugares sagrados" de las distintas religiones. Sin embargo, la demolición de la iglesia de Surp Toros "a pesar de las palabras de Erdogan, ha provocado dolor y ha herido a todos los cristianos, especialmente a los ciudadanos armenios".
Dirigiéndose al Ministerio de Turismo y Cultura, el parlamentario exige que "se inicie una investigación sobre la demolición" de la iglesia y se aclare por qué "el mismo ministerio guardó silencio ante este desastre" perpetrado por particulares. Por último, preguntó si "se están estudiando medidas para que la iglesia se reconstruya y vuelva a ser como antes".
Según el erudito armenio Arşag Alboyacıyan, el lugar de culto era famoso por una roca conservada en su interior. La superficie de la roca tenía grabada la huella del caballo de San Toros. Las mujeres enfermas se sentaban sobre la piedra y, mediante la lectura de la Biblia, pedían su curación. Antes de 1915, unos 4.000 armenios residían en Kütahya y había tres iglesias armenias en la zona. Luego del genocidio, el número de habitantes apenas llegaba a 65 en el censo de 1931 y, con el tiempo, los pocos que quedaban se trasladaron a Estambul o emigraron al extranjero.
Recientemente, una iglesia armenia centenaria fue puesta a la venta en Internet, el último de una serie de episodios polémicos que muestran la falta de respeto, cuando no el desprecio y la comercialización del patrimonio religioso y cultural, que rige en Turquía: la barbacoa en la histórica iglesia armenia de Sourp Asdvadzadzi y la conversión en mezquita de antiguas basílicas cristianas como Santa Sofía y Chora -que hasta entonces y desde principios del siglo XX, bajo Ataturk, funcionaron como museos. Decisiones controvertidas en el marco de la política de "nacionalismo e islam" impuesta por el presidente Recep Tayyip Erdogan para ocultar la crisis económica y conservar el poder.
17/12/2016 13:14