Delhi suspende visas para canadienses: se agrava el enfrentamiento por los sijs
Las relaciones entre la India y Canadá alcanzaron hoy un mínimo histórico tras los comentarios del Primer Ministro Justin Trudeau, en los cuales afirmó que el gobierno indio planificó el asesinato de Hardeep Singh Nijjar, ciudadano canadiense que promovía la creación de un Jalistán independiente. La difícil situación de Estados Unidos, para quien Delhi es un importante aliado en el Indo-Pacífico.
Ottawa (AsiaNews/Agencias) - Esta mañana se ha producido una nueva escalada en las tensiones diplomáticas entre la India y Canadá. A principios de semana el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, acusó al gobierno indio de haber planeado el asesinato de un separatista sij, y esta mañana la agencia BLS, que concede visas de diversos tipos, suspendió la emisión de documentos de ingreso a la India para ciudadanos canadienses hasta nuevo aviso, por “razones operativas”. El Ministerio de Relaciones Exteriores de la India se negó a comentar el asunto, y dijo que se debía hacer referencia a las comunicaciones publicadas en el sitio web de BLS.
Las relaciones entre ambos países, tensas desde hace tiempo, han alcanzado así su punto histórico más bajo. El primer ministro Trudeau declaró el lunes que las agencias de inteligencia nacionales están investigando a "agentes del gobierno indio" presuntamente relacionados con el asesinato de Hardeep Singh Nijjar, un ciudadano canadiense incluido por la India en la lista de terroristas en 2020 porque promovía la creación de un Estado Sij independiente, Jalistán, que debería comprender el Punjab indio y el paquistaní. Fue asesinado en junio cerca del templo del que era presidente en la ciudad de Surrey, Columbia Británica, pero los dos hombres armados que le dispararon no han sido (todavía) identificados. Posteriormente, los diplomáticos de los respectivos países fueron expulsados, y ayer Delhi invitó a sus ciudadanos que viajan o viven en Canadá a "extremar las precauciones" debido a los "crímenes de odio políticos" y a las "crecientes actividades contra la India", en referencia al activismo sij, que ha encontrado un amplio espacio de expresión en Canadá. El año pasado, por ejemplo, Sikhs for Justice (SFJ), una asociación proscrita en la India desde 2019, organizó un referéndum a favor de Jalistán. Delhi consideró que era una amenaza secesionista y pidió a Ottawa que la impidiera y denunciara a los responsables del referéndum.
El movimiento por la independencia de Jalistán nació en la década de 1970; tiene una larga historia de reivindicaciones políticas incluso mediante la lucha armada y recientemente ha vuelto a estar en auge, sobre después de los acontecimientos relacionados con la persecución (y arresto) del autodenominado predicador Amritpal Singh.
Según datos oficiales, en Canadá viven 1,4 millones de personas de origen indio, que constituyen el 3,7% de la población, y la mayor comunidad sij fuera de India, con alrededor de 780 mil personas en la actualidad. Después del inglés y el francés, el punyabí es el idioma más hablado en Canadá.
El presidente estadounidense Joe Biden es el que se encuentra en la situación más difícil, ya que debe intentar mantener unidos a ambos aliados. John F. Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, declaró que el gobierno de Biden está “profundamente preocupado” y afirmó que “los autores de este crimen deben ser llevados ante la justicia”. Pero Kirby destacó a continuación los vínculos de Estados Unidos con la India: “Sólo puedo decirles que nuestra relación con la India sigue siendo de vital importancia no sólo para la región del sur de Asia sino, obviamente, para el Indo-Pacífico”, dijo en la conferencia de prensa.
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